No se ha logrado el ambicioso objetivo marcado por la dirección del Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) de alcanzar las 80.000 visitas en el año 2019, pero con fecha de 30 de diciembre se habían contabilizado unas más que estimables 78.700 visitas que suponen un incremento del 9 por ciento con respecto al año anterior. Unos datos “bastante positivos”, en palabras de su director, Santiago Langreo, a los que hay que añadir la gran subida que ha tenido ese espacio hermano que cuenta con los mismos gestores y también depende de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Museo de las Ciencias, cuyas 79.855 visitas suponen un aumento del 21 por ciento con respecto a 2018.
“Con casi 158.7000 visitantes, entre ambos museos hemos logrado el objetivo de superar los 150.000, unos resultados que además llegan después de la espectacular subida que ya tuvimos en 2018”, señala el director, que destaca que en el caso del MUPA los incrementos se han ido produciendo un año tras otro desde su apertura en 2015 y está convencido de que es posible seguir creciendo a un ritmo de un 10 por ciento cada año.
“Alcanzar estas cifras en una ciudad de menos de 55.000 habitantes como Cuenca no es fácil, menos cuando además hablamos de los dos museos más caros de Castilla-La Mancha para el visitante. Pero la tendencia es a ir creciendo sin pausa”.
A este incremento de visitas ha contribuido, además del buen momento que atraviesa el turismo, un trabajo diario que Langreo considera “bien hecho por todos, desde la limpieza hasta la dirección: todos somos responsables”. Por ejemplo, destaca actividades programadas como la exposición que con motivo del 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna acogió en junio el Museo de las Ciencias para celebrar los “50 años de un avance tremendo del ser humano en la exploración del universo”.
Éxito de los talleres
A ello hay que añadir numerosos talleres en ambos museos, con momentos en los que el MUPA ha tenido overbooking ante la gran demanda de centros educativos tanto de Cuenca como de otras provincias de la región y de las vecinas Madrid y Valencia.
La conmemoración del 50 aniversario de la película El valle de Gwangi, película de dinosaurios con escenas rodadas en Cuenca, la Ciudad Encantada y la Catedral, es otro de los eventos que han tenido lugar en el museo, donde se presentó el que es el primer libro editado por el MUPA, 50 años de dinosaurios en Castilla-La Mancha.
Mejorar la señalización, una de las demandas que el museo ha realizado al Ayuntamiento para evitar que los visitantes se pierdan o les cueste llegarIgualmente, Langreo destaca la presentación de dos nuevas réplicas de dinosaurio, Conqui y Sancho, ubicadas en los jardines del museo.
En el MUPA valoran especialmente los halagos que reciben por parte de los turistas, con más de 60.000 comentarios difundidos a través de internet. “Son dedicatorias de sorpresa positiva, que demuestran que mucha gente, a lo mejor porque tienen una visión pequeña de Cuenca, no se espera encontrarse con un museo así y se quedan entusiasmados con los contenidos y las vistas. Roberto Polo, por ejemplo, nos dijo que contar con un museo así era un privilegio para Cuenca”.
Mejoras para el futuro
De cara a los próximos años, en el MUPA tienen previsto redactar la que sería la cuarta fase de ampliación, para la que, ante la falta de espacios interiores libres, se quiere apostar por potenciar las nuevas tecnologías, incorporando nuevos recursos tecnológicos.
En los jardines sí hay en cambio más espacio disponible que la idea es aprovechar con nuevas réplicas de dinosaurios. Además, en breve se inaugurará un banco destinado a los visitantes que se recrean y retratan con las preciosas vistas al Casco Antiguo. Un banco encargado al Ayuntamiento que se bautizará como “El Segundo banco más bonito del mundo”, siguiendo el ejemplo de uno ubicado en Lugo, “que es el más bonito y con el que no vamos a pelearnos”.
Mientras tanto, en el Museo de las Ciencias se quiere apostar por la información didáctica en torno a las consecuencias que puede generar el cambio climático, unos contenidos que, recuerda Langreo, ya se incorporaron en la última remodelación, de 2009, “cuando nosotros ya decíamos que mañana ya es tarde y algunos nos llamaban alarmistas”.
En ambos casos se quiere potenciar las actividades didácticas, para lo que se tiene previsto ampliar la plantilla de monitores del MUPA y convocar a concurso una plaza de técnico en Paleontología.
En el museo consideran asimismo que la señalización del MUPA es muy mejorable, ante lo que han solicitado al Ayuntamiento que mejore la conexión con autobús y, sobre todo, su señalización, pues entienden que hay muchos turistas que bien desconocen la existencia del museo (de ahí que el de las Ciencias, al estar ubicado en pleno Casco Antiguo, fuera más visitado en 2020), bien se pierden a la hora de desplazarse hasta sus instalaciones o pasan “apuros” al tratar de llegar a través de las estrechas calles del barrio de Tiradores.
En cuanto a la promoción, Langreo reconoce que lamentablemente hay pocos recursos para ello, pero confía en que los museos se sigan conociendo y visitando.
