Antigua sede de la Orden de Santiago, el Monasterio de Uclés inició hace dos años un proceso de revitalización y transformación de la mano de la Fundación Fernando Núñez que busca convertirlo en un enclave de innovación cultural, al tiempo que se trabaja de forma paralela por la conservación del patrimonio y se fomenta el desarrollo rural de la comarca.
El proyecto cultural del monasterio se situaba recientemente como líder de la lista de insignias culturales de Castilla-La Mancha en el informe del Observatorio de la Cultura 2021 presentado por la Fundación Contemporánea. “Nos pone en el foco de las instituciones. Es muy importante porque nos permitiría compartir experiencias o colaborar como estamos haciendo, por ejemplo, con la Semana de Música Religiosa de Cuenca”, explica David Pérez, director ejecutivo de la Fundación Fernando Núñez y responsable artístico de LaLab.
Aunque la pandemia les ha pillado de lleno durante este proceso de revitalización, en este tiempo ya han firmado tres convenios de colaboración con tres universidades españolas y están ultimando otro acuerdo con la de Coimbra (Portugal).
En concreto, el convenio con la Universidad de Salamanca se centra en el estudio de una serie de impresos de música del sigl XVI que atesoró un diplomático de Felipe II y que forman parte de la colección de Uclés. El proyecto ha servido para colocar al monasterio como candidato al Sello de Patrimonio Europeo.
Por otro lado, también se han suscrito acuerdos con las universidades de Castilla-La Mancha (UCLM) para la investigación de la batalla de Uclés (1108) y con la de Alcalá de Henares para el estudio del artesonado del refectorio, una de las piezas estrella del monasterio.
En cuanto a la programación cultural y tras el espectáculo el pasado julio de Vía Láctea, retransmitido de manera sincronizada uniendo el Monasterio de Uclés con la Catedral de Cuenca, la Fundación prepara Lux in Tenebris, un festival que unirá música, teatro y narrativa audiovisual para una puesta en escena contemporánea de los Oficios de Semana Santa. La cita será del 14 al 17 de abril y se esperan más de 2.000 visitantes, aparte del centenar de personas que formarán parte de esta producción de LaLab, laboratorio de creación cultural de la fundación –que trabaja para renovar el acuerdo con el Obispado a más largo plazo–.
El pasado año pasaron por el enclave 20.000 personas, una cifra reducida debido a la pandemia. “Nosotros estamos realmente iniciando el proyecto. El monasterio recibía de 30.000 a 40.000 visitas en algunos años pico. Tenemos la intención de llegar a los 100.000 en dos o tres años. Para eso estamos trabajando”, apunta Pérez. El responsable destaca la repercusión que esto tendría tanto para el pueblo como para la comarca: “El monasterio es un motor cultural, turístico y económico”.