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Más de 50 personas se forman en la interpretación de música antigua

Los logros obtenidos en estos cuatro días de trabajo animan a poner ya en marcha la segunda edición del Curso y Festival ‘Semitonía’
19/07/2024 - Las Noticias

Entre los días 15 a 18 de julio se ha celebrado en Cuenca el I Curso y Festival de Música Antigua ‘Semitonía’ al que han asistido más de 50 alumnos adentrándose en la interpretación de la música antigua en las excepcionales instalaciones del Conservatorio Pedro Aranaz, cedido para esta ocasión por la Delegación Provincial de Educación, Cultura y Deporte.

Entre sonrisas consecuencia de las ganas, ilusión y motivación los alumnos comenzaron sus clases diarias con sus respectivos profesores. Cabe destacar el magnífico elenco de profesorado que ha participado en esta primera edición, formado por Josetxu Obregón (cello), Hiro Kurosaki (violín), Silvia Márquez (clave), Lucía Caihuela (canto histórico), Gonzalo Alonso y Javier Caruda Ortiz (música de cámara), Sushaant Jaccard (improvisación y glosa), Pablo Fernández Cantalapiedra (percusión histórica) y Luis Carlos Ortiz (dirección coral y de ensembles). Una plantilla de profesores inigualable en el continente.

Dichos alumnos y profesores han reiterado la calidad de unos y de otros, así de la organización por parte de la Asociación Semitonía, destacando las figuras de su director artístico, Javier Caruda Ortiz y su director, Luis Carlos Ortiz. Meses de dedicación y esfuerzo vieron la luz en cuatro conciertos y cuatro días de profundo trabajo.

A su vez, se desarrollaron cuatro charlas de gran acogida entre los asistentes. ‘La improvisación y glosa’ por parte de Sushaant Jaccard, con participación activa de los asistentes; ‘Los Ministriles en la Catedral de Cuenca’ por parte de Javier Caruda Ortiz, ahondando en la historia de los instrumentistas de la Santa Basílica que corona la Plaza Mayor; ‘La técnica e historia de la dirección’ por parte de Luis Carlos Ortiz profundizando en los fundamentos que nos llevan hoy en día a dirigir los grupos de música antigua; y ‘El rito hispánico’, por parte del doctorando Pablo Fernández Cantalapiedra, en el que se instruyó sobre nuestra base de monodia sacra y nuestros orígenes musicales fueron los temas abordados en dichas ponencias.

El primero de los conciertos fue el denominado Jarana en el que la Camerata Ars Summa sumergió a los cerca de 300 espectadores que abarrotaban la Plaza de la Merced en la música profana de los siglos XVI y XVII. Los amores y desamores fueron la excusa para abordar tanto la música española como la hispanoamericana, objetivos fundacionales ambos de la Camerata Ars Summa.

La música de los ministriles fue el leit motiv del segundo concierto celebrado en la Fundación Antonio Pérez viajando también de lo sacro a lo profano. Carlos Patiño fue el autor estrella del programa del tercer concierto en el que el Coro de la Camerata así como los alumnos del curso deleitaron a los asistentes que se dieron cita en la capilla conventual de las Petras. El último de los conciertos, con el amargo sabor de la despedida, corrió a cargo de los alumnos del curso, mostrando lo aprendido durante estos cuatro días y llegando a subir más de 30 intérpretes al escenario. Las paredes de la antigua Iglesia de las Carmelitas, hoy fundación Antonio Pérez, sirvieron de marco perfecto para escuchar, entre otros, el Salve Regina de Soler o la Tocata de Monteverdi interpretadas por la práctica totalidad de alumnos bajo la dirección del director artístico del curso y festival.

Los logros obtenidos en estos cuatro días de trabajo y la inmensa satisfacción de ponentes, profesores, alumnos y organización animan a esta a poner ya en marcha la segunda edición que tendrá lugar, presumiblemente, en junio del próximo año.

La Camerata Ars Summa también quiere agradecer al Ayuntamiento y la Diputación de Cuenca, a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a la Fundación Globalcaja y a Banco Mediolanum su colaboración. También quiere dejar constancia de su agradecimiento a la Fundación Antonio Pérez y al convento de Las Petras por ceder sus espacios para la realización de los conciertos; al Conservatorio Pedro Aranaz por permitir utilizar sus aulas durante el Curso y al Pub Los Clásicos por acoger, cada noche, una jam session en la que los músicos han seguido tocando, de manera ociosa en estos casos.