“Ver lo que nadie ve, encontrar la belleza en las cosas cotidianas y, además, tener la maestría de representarlo de forma sublime”. Así ha puesto de manifiesto el periodista y profesor asociado de la Facultad de Comunicación, Luisma Calvo, a la hora de presentar al fotógrafo y ceramista conquense, Luis del Castillo, con motivo de la apertura de su última exposición fotográfica titulada ‘La multiplicación de la mirada’.
La sala Ricardo Ortega de la Facultad de Comunicación del Campus de Cuenca ha sido el escenario elegido para esta muestra que reúne cerca de una treintena de fotografías a color, en las que los maniquíes se convierten en protagonistas involuntarios de la visión particular de este artista conquense sobre lo que considera los “altares del siglo XXI”, que no son otra cosa que los escaparates de tiendas de moda.Y son protagonistas involuntarios, porque el artista, a través de estos trabajos, intenta llamar la atención sobre las imágenes reflejadas en los cristales.
“Es una manera –según ha explicado el propio autor a esta redacción– de mostrar esa doble mirada: la de la gente cuando contempla esos escaparates y la de los propios maniquíes, que queda plasmada en esos reflejos en los cristales, que inmortalizan por un instante la realidad más inmediata de ese momento”.
INAUGURACIÓN
Una visión muy particular de lo cotidiano que, a través del objetivo de Luis del Castillo, se torna en algo especial y diferente. Algo en lo que, precisamente, han coincidido en resaltar los presentes en la inauguración de este jueves de la exposición, entre los que, por cierto, no ha estado el propio autor por motivos de salud.
Y es que tanto el decano de la Facultad de Comunicación, Ángel Luis López Villaverde, y la coordinadora regional de Promoción y Enseñanzas Artísticas del Gobierno regional, Yolanda Rozalén, como el subdelegado del Gobierno en Cuenca, Juan Rodríguez Cantos, y el director del Centro de Iniciativas Culturales de la UCLM, Ramón Freire, han llamado la atención sobre ese don de este artista de convertir lo cotidiano y común en arte.
Comisionada por el fotógrafo conquense y profesor de la Facultad de Comunicación, Santiago Torralba, en esta muestra se ha recogido una pequeña selección de las numerosas fotografías que Del Castillo ha hecho en el último lustro aprovechando sus viajes a ciudades como Madrid, Sevilla, Málaga o, incluso Cuenca, siempre junto a una compañera de viaje muy especial: una Olimpus PEN-F.
Una cámara fotográfica que el propio artista reconoce que ya pasó a formar parte de su vestuario habitual. Y es que, tal y como confiesa, “nunca he sabido ir sin una cámara colgada al hombro, porque nunca sabes cuándo te va a surgir esa foto que tanto esperas”. Hace unos años optó por este tipo de cámara, porque, según indica, le gusta mucho por su aspecto vintage, similar a las icónicas Leika que tanto ha usado a lo largo de su vida, así como por su ligereza, comodidad y, por supuesto, por su interior, con la última tecnología en fotografía digital.
Esto unido a la maestría y técnica atesorada por Luis del Castillo a lo largo de toda una vida ha hecho posible que los trabajos que componen esta exposición, que estará instalada hasta el mes de marzo, sean fotografías que no han sido retocadas, lo que, a su juicio, “las hace más especiales aún”.
Una exposición ésta que se suma a la que realizó hace unos años titulada ‘Cuenca abstracta’, que hace pensar que ya tenga en mente la siguiente de esta serie tan particular, al menos esa es su intención, tal y como ha dicho. Por lo tanto, a la espera quedan los amantes de la buena fotografía.