El mundo del espectáculo, como tantos otros sectores, ha pasado unos años “muy malos” con motivo de la crisis económica, hasta el punto de que “muchas empresas estuvimos casi a punto de desaparecer” pero, afortunadamente, “se está despertando”.
Quien así habla es Leonor Gago directora general de L.G. Artist Management y Concerlírica Internacional, compañía con 26 años en activo que este viernes regresa al Teatro-Auditorio de Cuenca con la ópera ‘Norma’, la historia de una sacerdotisa que mantiene una relación oculta con un procónsul romano, con quien tiene dos hijos en secreto, que con música de Vincenzo Bellini y libreto de Felice Romani fue estrenada en La Scala de Milán en el año 1831, y cuenta entre sus composiciones con la muy conocida ‘Casta diva’, que popularizó María Callas.
“El año pasado ya se notó mejoría y ya casi se vuelven a llenar los teatros. Lo digo por mi experiencia y por lo que oigo a otros compañeros de otras especialidades artísticas”, cuenta esta empresaria que no duda en resaltar la importancia que la cultura tiene en nuestras vidas.
“Hay gente que si durante la crisis te quejabas de que el público no venía a la ópera o al ballet te decía que bastantes problemas teníamos en la sanidad, en la construcción, en las escuelas, y que la cultura es un lujo, un hobby. Pero es el sector al que me dedico y considero que también es una necesidad para el alma y el espíritu. Una vez que uno se aficiona a la ópera, al jazz, al teatro, necesita dedicar a él el poco tiempo libre que nos queda para poder distraernos la mente con algo que nos enriquece”, considera.
En el caso del “drama intenso” que es ‘Norma’, tiene claro que no es una obra tan popular ni tan representada como ‘Rigoletto’, ‘La traviata’, ‘El trovador’ o ‘Zaida’, sino “más selecta”, en especial porque, por su intensidad y por la complejidad de sus arias, no es fácil de poner en escena. “Las arias tienen una gran dificultad vocal, sobre todo para Norma, la protagonista, que se pasa prácticamente la ópera, que dura casi tres horas, cantando”. Este complicado papel recae en Mariana Ortiz, soprano venezolana residente desde hace años en España con experiencia en escenarios como La Scala de Milán que “está siendo la que más gusta al público. Es una grandísima cantante”. Y a ella le acompaña el italiano Simone Frediani.
Ópera de Moldavia
Se trata, además, de una obra en la que participan la orquesta y el coro del Teatro de la Ópera Nacional de Moldavia, “un teatro estable, de los más importantes del mundo”.
El espectáculo cuenta, nada menos, que con 80 personas entre los solistas, el coro y la orquesta. Todo un esfuerzo colectivo que dispara los gastos y dificulta la rentabilidad de este tipo de proyectos, sobre todo cuando se representan en ciudades de población escasa como Cuenca.
Pero en Concerlírica, que llevarán ‘Norma’, estrenada hace siete años en Holanda, por 27 ciudades españolas, aseguran que hace ya varios años que descubrieron con “sorpresa” que Castilla-La Mancha es “junto a Galicia, una de las regiones españoles con más afición a la ópera más allá del País Vasco, Madrid o Cataluña”. Así que Cuenca, pese a ser pequeña, “siempre tiene un público que va al teatro. Igual no van 600 personas, pero siempre hay media entrada, y a veces hasta se llena”. Destaca, además, la belleza de la capital conquense. “Habría casi que pagar por ir allí y ver una ciudad tan bella, única en el mundo, y con un Auditorio también espléndido”.
