Una exposición en la que el lapis specularis es transformado en arte. La muestra fotográfica 'Specularia. El reflejo de Venus' revela al público esta otra cara del mineral, protagonista del conjunto expuesto en el Museo de Fotografía Fundación Antonio Pérez de Huete. El conjunto, abierto al público desde el 10 de junio, estará en la sede hasta el próximo 3 de septiembre.
La obra, inspirada en el mineral, es fruto de un trabajo de investigación en los yacimientos de Segóbriga, Valeria y Ercávica. Laura Torrado busca en este trabajo artístico dotar de un toque místico al lapis specularis. La artista se centra en este aspecto asociado al mineral tras descubrir en su investigación sus usos más allá del uso cotidiano y rudimentario. Este era usado por la civilización romana para proteger a las caballerías o para conferir sabiduría a los niños colocándola en su frente. El lapis specularis también era un elemento primordial a la hora de hacer augurios. Se escribían en su superficie y, después, la piedra era lanzada al río.
“He creado una narración de una figura mitológica, una especie de peregrina”Estas funciones del mineral han despertado en Torrado la necesidad de incorporar a su obra elementos imaginarios, razón por la que aparecen en las instantáneas la representación de una deidad femenina. “He creado una narración de una figura mitológica, una especie de peregrina que viaja por todo ese territorio, esas ruinas, esas ciudades, dialogando con el paisaje”. Estos espacios mencionados son los ahora yacimientos arqueológicos de Valeria, Segóbriga y Ercávica, que han sido los escenarios de su indagación artística.
UNA DEIDAD FEMENINA
Torrado explica que su fuente de inspiración para crear al personaje de su exposición han sido deidades femeninas como Astarté. “He trabajado con esas representaciones tan conocidas, algunas más, otras menos. Están veladas porque no han sido sacadas a la luz como otras deidades más valoradas que sí están más vinculadas al patriarcado”, explica. Esta es una de las razones por las que la representación femenina de las fotografías aparece completamente cubierta en negro. La otra es para evitar su individualización, de no “ponerle un rostro”.
El proyecto surgió a raíz de unas sesiones de trabajo con Pablo Burgos, uno de sus estudiantes en la Facultad de Bellas Artes de Fotografía. “Me dejaba llevar por esa idea de peregrinación en los yacimientos, en concreto, de una peregrina que va durmiendo”. El relato de la muestra recoge cómo en el sueño “teje una cartografía de ese territorio”.
Laura Torrado ha seguido en esta ocasión su línea habitual creativa. La artista ha ahondado de nuevo en una ficción en la que se combina la fotografía con el micro relato en el que el mineral es el protagonista. “Es una exposición hecha para la tierra del lapis specularis y para la provincia de Cuenca”, aclara. Sin embargo, no descarta que la muestra puede itinerar.
La idea de Torrado no es solo conocer más en profundidad la historia detrás de la piedra, también su objetivo es darla a conocer al espectador. Torrado ha viajado al pasado durante su investigación, una indagación que le ha permitido conocer el impacto del mineral en la zona, a la que le aportó “una riqueza extraordinaria”.
La artista no ha escogido por casualidad a los tres yacimientos arqueológicos. “Decidí trabajar en las tres ciudades porque una está ubicada en La Mancha y en La Alcarria conquenses y la tercera en la Serranía; tres zonas tan diferentes entre sí”. Torrado asegura que esta especie de peregrinación le ha ayudado “a conocer más de cerca el paisaje y el territorio. Me parece que es un lugar con mucha fuerza”.