La capital conquense cuenta con un nuevo espacio de arte alternativo, Kanoko, impulsado por los licenciados en Bellas Artes Santiago Torralba (Cuenca, 1977) y Juan Membrillo (Tomelloso, 1989), que con esta apertura pretenden “aportar nuestro granito de arena” a la difusión del enorme potencial artístico que consideran que existe en Cuenca gracias tanto a la Facultad de Bellas Artes y a la Escuela de Arte Cruz Novillo como a sus museos, principalmente el de arte abstracto y la Fundación Antonio Pérez.
Una exposición colectiva de nombre Abierto por obras en la que participan 23 artistas conquenses o vinculados a Cuenca de contrastada calidad y trayectoria, con nombres como los de Alejandra Freymann, Victoria Santesmases, Eva Guzmán, Mr. Trazo, Ramón Freire, José Luis Vieco o El Manchas, visitable hasta el 23 de junio, es el punto de partida de este espacio ubicado estratégicamente en el número 11 de la calle Los Tintes, frente al acceso al Casco Antiguo.
“Queremos ayudar a que Cuenca sea una ciudad que produzca arte y en la que los artistas se queden aquí a vivir y no acaben marchándose a grandes ciudades como Madrid, Valencia, Barcelona o Bilbao una vez que se forman en la facultad. Cuenca tiene potencial y solo hace falta desarrollarlo”, comenta Membrillo, que de hecho ha decidido quedarse en Cuenca tras culminar sus estudios porque “es una ciudad en la que creo”.
Una de sus intenciones es dar cabida a los numerosos estudiantes de la facultad de Bellas Artes, a la que consideran que le falta un vínculo “real” con la ciudad. “No sé si por la ubicación o por falta de soporte, falta que su producción llegue al resto de Cuenca, que sea visible”, opina Membrillo, mientras que Santiago añade que ellos están abiertos a que, quienes lo deseen, les hagan llegar sus propuestas buscando su colaboración.
También, insisten en que apostarán por artistas como los que forman parte de esta muestra colectiva, gente “de calidad y que está en activo, que está haciendo cosas”, y que a su entender no suele tener tanta cabida en los museos de Cuenca pues, salvo el dependiente de la Diputación, “siguen más el carácter del expresionismo abstracto, con trabajos realizados hace ya mucho tiempo: no se apuesta tanto por artistas vivos que acaban de salir, de terminar la carrera”.
TALLERES Y ACTIVIDADES
Además de acoger exposiciones con una periodicidad mensual (ya están programadas las dos siguientes, una dedicada a Alejandra Freymann y otra a Adrián Mena), la idea es organizar talleres relacionados con el arte, cursos o conferencias, dirigidos a todo tipo de público, ya que reconocen que “la venta de arte está complicada y necesitamos complementarla con otras cosas”.
Así, tanto en este espacio, “que al ser pequeño nos permitirá ofrecer talleres íntimos”, para unas ocho personas como mucho, como en otros lugares de la ciudad, como en la Universidad o en museos, pretenden enseñar a los conquenses materias como el lettering o diseño caligráfico, la técnica macramé de crear tejidos con nudos decorativos o la acuarela, además del retoque de la fotografía digital o la preparación de documentos para imprimir.
HISTORIA DE LA CIUDAD
El nombre, Kanoko, es un guiño a la historia de la ciudad, a un entorno en el que antiguamente había muchas empresas de entintado y alfombras. “Kanoko es un estilo de entintado oriental y un nombre que se te queda y que mola”.
Aunque reconocen mantener un espacio de estas características no les va a resultar económicamente sencillo, confían en recibir algún apoyo de las instituciones para tener continuidad. “Queremos que se den cuenta de que hay inquietudes culturales y de que hay que cuidar la cultura”.
Desde hace seis años ya existe un espacio alternativo en la ciudad, Lamosa, que los dos aprecian, pero consideran que su objetivo no es competir con ellos, sino sumar. “Si otra gente se animara a poner en marcha otras propuestas, sería genial: de este modo habría mucho movimiento en Cuenca”.
