Días de Arte Conquense
Javier Gutiérrez busca con su estilo dar al espacio y al objeto su propio lugar
‘Nadie’, ‘Anochecer’, ‘Andá a ver si llueve’, ‘Caminos forman lugares’, ‘La fiesta de los gorriones’ o ‘Zanahoria” son los títulos de algunas de las 38 obras que tiene expuestas, desde justo antes de la declaración del estado de alarma por la pandemia de la Covid-19, el pintor Javier Gutiérrez (Bilbao, 1975) en el Centro Cultural Aguirre dentro del programa del Ayuntamiento ‘Días de Arte Conquense’, que coordina Carlos Codes.
Obras que suponen un recorrido por sus creaciones de los últimos seis años, que denotan una visible evolución, al menos estética, pero que pone de manifiesto un estilo muy marcado y constante, en torno a la naturaleza como hilo conductor, y en el que intenta “que el espacio y el objeto tengan su propio lugar, su propio sitio, remarcando ambos, pero nunca combinándolos”, indica el artista bilbaíno afincado en Cuenca.
No es de extrañar, por lo tanto, que en esta exposición el visitante pueda ver tanto una representación de espacios vacíos como figuras sin su espacio que las contenga; como le gusta decir al propio pintor “lo cóncavo y lo convexo representado por separado en distintas obras, paisajes desiertos o figuras sobre fondo plano”.
Una trayectoria que ha llevado a este artista multidisciplinar a adentrarse en todo tipo de técnicas pictóricas, a pesar de que sus inicios están ligados a la ilustración y al mundo de la publicidad, que es, a su juicio, lo que precisamente le ha convertido en un “todoterreno”. Un estilo propio en el que, además, se ha visto influenciado, al menos estéticamente, –y así ha quedado patente en algunas de estas obras expuestas en Aguirre– por la pintura sobre cerámica de su esposa, la también artista Clementina Silva, así como por el expresionismo abstracto norteamericano de la década de los 50, con el que, según asegura, comparte la manera de entender el color y las formas como cosas con sentido propio”. Y es que, a su juicio, “el color de los paisajes pierde su significado para convertirse en una cualidad de la luz, que es la auténtica naturaleza del color”.
EXPOSICIÓN
En esta exposición, Javier Gutiérrez ha reunido casi cuarenta obras de técnica muy variada, que van desde acuarela y acrílico hasta óleo y serigrafía, pasando por técnica mixta (acrílico sobre acuarela), sobre todo en los trabajos abstractos, pero todas ellas con un denominador común: la naturaleza.
Su trayectoria ha llevado a este artista multidisciplinar a adentrarse en todo tipo de técnicas pictóricas, a pesar de que sus inicios están ligados a la ilustración y al mundo de la publicidad, que es, a su juicio, lo que precisamente le ha convertido en un “todoterreno”.Y es que eso es, precisamente, uno de los principales motivos que le llevó hace unos años a regresar a Cuenca, después de pasar por Valladolid, Alicante y Argentina, donde conoció a su actual esposa, con la que ha tenido un hijo, que quisieron naciera en la capital conquense. No en vano, Cuenca, en su opinión, es una ciudad bonita, tranquila, con una buena calidad de vida y, sobre todo, con la naturaleza a la vuelta de la esquina, lo que, sin duda, se convierte en un gran aliciente para él y, ante todo, su fuente de inspiración creativa.
Todas sus obras, como es lógico, son importantes para él, pero unas más que otras. De hecho, confiesa tener especial predilección por las acuarelas de la serie de frutas y hortalizas, como las tituladas ‘Zanahorias’ o ‘Membrillo’, entre otras razones, porque, tal y como señala, “este tipo de motivos pictóricos me permiten trabajar de una manera muy parecida al arte abstracto, jugando con el color, las luces y los volúmenes, dando como resultado una obra muy interesante”.
Esta exposición es la quinta que el pintor bilbaino lleva a cabo en la capital conquense, después de haber mostrado su obra en una muestra en el Centro Joven y en varias ocasiones, tanto individual como colectiva, en la galería X Amor al Arte.
Pero Cuenca no ha sido el único sitio donde ha expuesto, puesto que su obra ya ha podido disfrutarse en lugares tan dispares como Madrid, Valencia e, incluso, Argentina; en concreto, en su capital, Buenos Aires, y Salta.
En consecuencia, los conquenses aún están a tiempo de disfrutar en el Centro Cultural Aguirre de esta retrospectiva de la trayectoria artística de los últimos seis años de este pintor multidisciplinar.