Cinco años cumplía este jueves el Aula Poética de Cuenca bajo la dirección de Raquel Carrascosa (Cuenca, 1966), que desde sus inicios apostó por un novedoso formato consistente en invitar, a cada encuentro, a un reconocido artista o escritor conquense con quien los miembros del aula, en la actualidad una treintena, comparten sus poemas y, en ocasiones, encuentran nuevos motivos para la inspiración.
Tras tantos y tantos encuentros, son muchas las amistades generadas a través del aula, las cuales han llevado a Carrascosa a escribir su nuevo poemario, el octavo, contando con la colaboración de dieciséis de los pintores que hasta ahora han participado en los encuentros, cuyas ilustraciones acompañan sus nuevos 60 poemas recopilados bajo el título de ‘Insomnio’.
“Con algunos pintores ha surgido una amistad muy grande, porque su participación en el Aula Poética nos ha servido para conocer ya no solo al artista, sino a la persona, e incluso a habido algunos, como Lira, que se han quedado con nosotros. De modo que la idea era acompañar los poemas de las pinturas de autores como Miguel Ángel Moset, Violeta Pesea, Adrián y Rubén Navarro o Tomáx Bux. Algunos, como Pablo Tapia o Fernando Pellisa, se han inspirado para su pintura en uno de mis nuevos poemas y, otros, en lo que yo les inspiro como persona”, relata Carrascosa.
El producto final es un cuaderno de poemas escritos a bolígrafo acompañado de pinturas originales realizadas con los más materiales diversos (acuarelas, pinturas, bolígrafo, técnica mixta) que conforman un ejemplar único que se presenta este martes, 30 de octubre, a partir de las 19:00 horas en el Centro Cultural Aguirre.
El poemario sirve así para unir poesía y cultura, que para Carrascosa están muy relacionados. “Muchos pintores que colaboran en el libro, como Lira, que hace la portada, AnAis García Burgos, Carmen Orellana o Raúl Panadero también escriben poesía, ya que son dos formas de plasmar los sentimientos, las emociones, con una conexión importante. La pintura es además poesía dibujada, visual”.
Y el hecho de que el libro cuente con tantos pintores y pintores-poeta “es una muestra de que Cuenca es una ciudad pequeña pero con una cultura impresionante, en la que sí que se hacen cosas”, defiende.
Los poemas de ‘Insomnio’ abordan varios temas: “Depende de la inspiración, pero hablan del amor, el paisaje, la soledad, la nostalgia, el miedo, la fugacidad de la vida, la sociedad”.
También los hay inspirados en Cuenca o en algunos de esos artistas que han pasado por el Aula. “Cuando vino José Luis Martínez nos metimos en su mundo de la cultura del hierro y cada uno de nosotros le escribió un poema. Es algo que siempre inspira, lo mismo que todos los actores, bailarines, cantantes o directores de cine que han pasado por aquí”.
Y, junto a clásicos como Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández o Federico Muelas, reivindica la inspiración que, “aunque no sean tan conocidos”, le despiertan muchos de sus compañeros del aula: “Juntos hemos tenido además muchas vivencias y estar en contacto con gente que hace cosas te enriquece e inspira a través del tiempo”.
El título del libro está ligado, explica, a su actividad poética, casi siempre de noche. “La musa que me inspira es la luna y me roba horas de sueño”. De ahí también la luna que ilustra la portada, dibujada por Lira.
Ahora confía en que el ejemplar único de ‘Insomnio’, según reconoce de “un gran valor emocional”, pueda ser editado de forma convencional, para lo que confía en encontrar colaboración en el Servicio de Publicaciones de la Diputación o en el Ayuntamiento de Cuenca. Porque si uno de los fines de la poesía es emocionar, cuanta más difusión tengan sus versos, más posibilidades tendrán de conseguirl