Sigue insistiendo en que fueron los Enríquez quienes la buscaron a ella y no al revés. La ardua investigación sobre las élites conquenses que plasmó Yolanda Fernández Valverde en su tesis doctoral se ha convertido ahora en el libro ‘De mercaderes a la grandeza de España. De los Enríquez de Cuenca a los Queipo de Llano, condes de Toreno, SS.XVI-XIX’, en el que se analizan algunos de los procesos de promoción, perpetuación y movilidad social de los grupos de poder en el interior castellano durante esos siglos.
Fue su director de tesis, Francisco García González, quien la animó a dar el salto porque “de ninguna manera se podía quedar en el depósito de la universidad” ya que podría servir también a otras personas para futuras investigaciones, sobre todo porque son “escasos los trabajos en torno a los grupos de poder en las tierras de Cuenca”.
No obstante, dada la envergadura de la tesis, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude y que nació en el seno del Seminario de Historia Social de la Población de la Facultad de Humanidades de Albacete de la Universidad de Castilla-La Mancha (SEHISP-UCLM), se ha adaptado el contenido para que no resultase un libro muy extenso aunque ha alcanzado las 322 páginas. “El resto, saldrá en forma de artículos y se difundirá en ponencias y congresos”, explica esta profesora tutora en el Centro Asociado de la UNED de Cuenca y docente asociada en la UCLM.
Redes clientelares
La investigación empezó a fraguarse en 2008 cuando Fernández Valverde estaba organizando el archivo de Fresneda de Altarejos, su pueblo de origen, y empezó a encontrarse con documentos del siglo XVI en los que aparecían “doña tal, don tal”. Eran los Enríquez, oriundos de Huete, que se habían establecido en Cuenca, marchándose la otra mitad de la familia a Italia. “A través de sus redes clientelares, que eran muy potentes, y de una solvente economía con el comercio de la lana se posicionaron en las esferas del poder, unos en el cabildo catedralicio y otros comprando una regiduría en el Ayuntamiento de Cuenca, que incorporaron a su patrimonio y se iban heredando de generación en generación”, explica.
Una de las joyas de la corona es un árbol geneálogico que incluye a 14 generaciones
Tras diez años de estudio, la investigadora ha logrado documentar los avatares a lo largo de todos estos siglos de esta familia que acabó emparentando con uno de los linajes de la nobleza española: el matrimonio de Dominga Ruiz de Saravia Dávila Enríquez con José Marcelino Queipo de Llano, VI conde de Toreno, en el siglo XIX vino a colmar todas sus aspiraciones de ascenso social.
En el plano económico, la figura del mayorazgo les permitió blindar su patrimonio a lo largo de los siglos, conservando prácticamente íntegras sus múltiples propiedades en Cuenca y provincia hasta finales del siglo XIX.
Una de las joyas de la corona del libro es un árbol genealógico que engloba 14 generaciones, partiendo de Beatriz Enríquez, que fuera la primera de esta saga con la que se encontró esta investigadora. “Aunque luego es secundaria en toda la trama familiar”, aclara.
Perspectiva de género
“El libro está hecho con perspectiva de género. En el momento en el que se casaban, las mujeres quedaban en un segundo plano pero yo he hecho todo lo posible por visibilizarlas. Tan importantes son ellas como ellos”, subraya.
“A lo que más importancia le damos es a los individuos”, destaca Fernández Valverde. “Siempre hemos estudiado la historia a través de acontecimientos pero perdemos de vista a los verdaderos protagonistas, los hombres y mujeres. Para nosotros son muy importantes las trayectorias de vida”, resalta esta docente. En este caso concreto, a través del estudio de una familia particular, el trabajo analiza los procesos de movilidad social en las sociedades del pasado.
“Los Enríquez ya están en la calle. Me los imagino con sus capas, sus espadas, sus sombreros...”, bromea. Y añade: “Si algún cineasta cogiera esta historia... Hay algunas tramas dignas de película”.