El cortometraje La Fuga, dirigido por el conquense Eduardo Soto para llamar la atención sobre las consecuencias de instalar el cementerio nuclear en Cuenca, se estrenará el próximo viernes, 18 de enero, en el Centro Cultura Aguirre de la capital conquense.
Con una duración de 30 minutos, el pase será a las 19.30 horas y, a continuación, tendrá lugar una rueda de prensa a cargo de su director.
Uña, el Figón del Huécar o Las Noticias de Cuenca –cuya redacción sirve de escenario de arranque a la trama del film– han sido algunas de las últimas localizaciones utilizadas en el rodaje, también, el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha (MUPA) en un gesto que pretende ser “un homenaje a los jóvenes que defienden la cultura y la ciencia”, señala Eduardo Soto.
Con el lema ‘Desactiva la amenaza nuclear, activa la energía social’, el proyecto trasmedia de La Fuga nació como una herramienta para que los ciudadanos de la provincia y de la región pudieran acceder a la información necesaria para reflexionar con criterio sobre el ATC y abrir un debate sobre el tipo de futuro que queremos.
Desde entonces hasta ahora la situación ha cambiado notablemente. El silo nuclear proyectado en Villar de Cañas está paralizado.
Fue en 2010 cuando se designó a Villar de Cañas como sede para acoger el Almacén Temporal Centralizado ( ATC) que debería albergar los residuos nucleares de alta actividad de las 7 centrales en activo de España. "La plataforma Anti-ATC congregó a un gran equipo de activistas que neurtralizó duranate ocho años el desarrollo de las obras con la protesta, la información y la ley", señalan desde el equipo de 'la fuga radiactiva" un corto que se rodó en 2018 "para escenificar un futurible radioactivo que no deseamos a Cuenca ni a nadie".
Según señala Soto, al estreno en Cuenca le seguirán otros en Madrid, Albacete, Barcelona e incluso en Berlín.