El pintor Rafa Villa, natural del municipio de Santa María de los Llanos, ha fallecido en la mañana de este martes a los 68 años, según ha confirmado la familia a Las Noticias de Cuenca. El artista enfermo de cáncer de huesos desde hacía tiempo vivió la última etapa de su vida en Madrid junto a sus sobrinos, aunque sus restos descansarán en cementerio de Santa María de los Llanos tras un breve sepelio que tendrá lugar a las 16:30 horas, aproximadamente, de mañana miércoles.
El artista pasó gran parte de su vida en Getxo (Bilbao), lugar al que emigró en busca de oportunidades profesionales. Finalmente, este verano, concretamente en el mes de agosto, regresó a su localidad natal, para mostrar su obra al que siempre sintió como su pueblo. Se titulaba Breve Retrospectiva y estaba compuesta por veinticinco obras de gran tamaño, una por cada año de trayectoria profesional dentro del mundo del arte.
Gran parte de su obra permanece por ahora en Santa María de los Llanos tras concluir la exposición de este verano, aunque la familia planea exponerla en la capital conquense en los próximos meses, pues desde la Fundación Antonio Pérez desean brindar a Rafa Villa la oportunidad de recibir el cariño y admiración de los conquenses.
Villa se consideraba un pintor cubista-realista que tan solo buscaba la belleza, comunicar algo a través de sus pinturas, esas que expuso en los bajos del Museo del Louvre en París, en la Jadite Gallery de Nueva York, incluso en Miami o Milán, y que le permitieron participar en catálogos internacionales sobre arte.
Además, también se dedicó al teatro con la creación del grupo de títeres Katapún & Txispún, del que fue director, actor y escenógrafo. Realizó murales, carteles y decorados para festivales de música y folclore. Destaca la escenografía para la ópera Carmen en el Teatro Arriaga.
Su empeño en llevar el teatro a las escuelas públicas del municipio de Getxo le permitió impartir clases tanto en colegios como en la universidad. Además, pertenecíaal colectivo organizador de las Jornadas de Teatro Escolar de Getxo y nunca dejó de participar en asociaciones socioculturales.
"Un Quijote del arte", según se definía en una entrevista concedida a Las Noticias de Cuenca este verano, que ha muerto siendo consciente de todo lo que ha conseguido desde que a edades muy tempranas descubriera el lápiz y el pincel, herramientas con las que ha emocionado a todos aquellos que han disfrutado de su obra pictórica.
