El historiador de arte y director general de los Museos reales de Bellas Artes de Bélgica, Michel Draghet, subraya la importancia que tiene para Europa que una parte del arte belga contemporáneo y de las vanguardias esté en España, gracias a la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha (Corpo).
En una entrevista concedida a la Agencia Efe con motivo de su visita a Corpo, ubicada en el antiguo convento de Santa Fe en Toledo, Draghet recuerda que entre España y Flandes -una de las regiones que componen Bélgica- hubo "una larga conexión" pero que ésta se vio interrumpida a principios del siglo XX.
"Sobre todo a partir del franquismo, aunque ocurría desde principios del siglo XX, hubo una desconexión absoluta (entre ambos países). Por ello, que se traigan obras de las vanguardias y de la contemporaneidad belga es una forma de restablecer la conexión con España que históricamente fue tan importante", subraya Draghet que resalta la importancia de que obras de creadores belgas contemporáneos "salgan a otros lugares de Europa".
Pero pone especial énfasis en que el destino de esas obras sea España e incide en los lazos históricos que han unido a ambos territorios, con el ejemplo claro en la historia del arte de las habitaciones de Felipe II, en el Monasterio de El Escorial.
En este conjunto "se da la visión española de la historia" pero en el que se mezclan estilos artísticos, como el castellano con los tapices de Flandes, y "se habla de otras cosas, como lo que supuso la ruptura de protestantes y cristianos".
Es decir, que a través de las pinturas y otras obras de arte de las estancias reales, se hace un repaso a la historia de Europa.
A su modo de ver, la importancia de la Colección Roberto Polo no solo radica en la calidad de las obras -gran parte de las cuales ya conocía porque han sido mostradas en exposiciones de arte contemporáneo en Bruselas y en otras partes del mundo en las que él ha colaborado-, sino también en la posibilidad de trabajar para posibilitar que los ciudadanos europeos puedan pensar sobre "cuál es el significado del arte europeo".
Draghet considera que, en la actualidad, la idea de Europa se centra en que todos los países comparten la misma moneda y determinados impuestos, así como que existen las instituciones europeas, que están en Bruselas, pero afirma que no existe una idea de cultura europea.
Por lo tanto, defiende que los ciudadanos tengan la posibilidad de ver obras de arte de la Fundación Roberto Polo en Toledo puede "servir de base para crear esta visión de futuro de cultura europea".
"No es solo ver arte moderno donde estaba ausente, sino también propiciar este tipo de discusión sobre la identidad y la cultura europea", resume Draghet.
Asimismo, también valora el inmueble que alberga la colección Roberto Polo, un lugar que "es parte de la historia de España", en el que se mezclan la cultura cristiana con la islámica y que favorece que "el siglo XX penetre en las huellas" de la historia, que no solo es la historia de España, de Castilla o de Toledo, "sino que también representa la historia de Europa", con esa mezcla de civilizaciones.
Draghet, que también es patrono de la Fundación Colección Roberto Polo, opina que es positivo para el arte belga que éste salga fuera de sus fronteras, porque Bélgica "es un país pequeño con una producción artística enorme" y ve positivo que se conozcan más artistas.