El artista canario Cristian Jorge Millares estuvo de visita este inicio de año en la ciudad de Cuenca, un creador de las islas que repite la misma trayectoria que siguió el pintor Manolo Millares para llegar hasta el vértigo alucinante que provocan las Casas Colgadas. El mismo camino que lleva de las islas atlánticas al territorio castellano que se reveló como el espacio genuino de creación para su tío Manuel Millares, uno de los exponentes más singulares del Grupo El Paso y el artista de las arpilleras que todavía es mundialmente reconocido a pesar de su fatídica muerte en el verano de 1972.
Con una dilatada trayectoria como artista plástico en su residencia de la isla de Gran Canaria, Cristian Jorge Millares reafirma con agradecimiento el sentido respeto que los habitantes de Cuenca sienten por la obra de Millares, un símbolo de la ciudad que comparte junto a los demás artistas abstractos ese aura tan especial de pertenencia al patrimonio conquense. El artista canario es hijo de Jane Millares, la hermana menor de los Millares que tan celebrada fue por ser la primera hija de la familia canaria que daría a la posteridad una herencia de poetas y artistas de renombre en la historia de la democracia. La factura personal de Cristian Jorge Millares prosigue la experimentación con los materiales, realiza “articulados” bajo la técnica del collage, empleando el dibujo y haciendo de la luz de la isla su atelier particular. El pasado año estrenó en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria una serie de cuarenta cuadros bajo el título “Islands” y confiesa estar ilusionado con la posibilidad de exponer en Cuenca en un futuro.
Hay que recordar con motivo de la visita del artista canario a Cuenca que los cuadros de su tío se encuentran en las mejores instalaciones de los museos de la ciudad, tanto en la colección de la Fundación Juan March como en la Sala de Millares de la Fundación Antonio Pérez, una de las mejores muestras de sus arpilleras más grandes cedida por Elvireta Escobio, viuda del artista. La actualidad del canario permanece vigente más aún tras el trabajo de divulgación que el crítico de arte Alfonso de la Torre ha realizado con la publicación del catálogo razonado y hasta la reciente edición de un libro y una exposición de la obra gráfica millaresca. Incluso entre los tesoros que se encuentran de la obra de Millares en Cuenca, se sabe de una edición original de una carpeta con grabados del artista en las Colecciones y Archivos de arte contemporáneo de la Facultad de Bellas Artes, perteneciente al legado de la Galería Juana Mordó atesorada en la universidad.
Todas las ciudades con título de patrimonio de la humanidad atesoran un sinfín de enclaves geográficos, referencias históricas y lugares de recomendación turística internacional, sin duda Cuenca forma parte de esa clase de ubicaciones destacadas en el planeta que poseen algo más que un destino privilegiado para visitar por su belleza natural y paisajística. En los museos de Cuenca hay una historia latente de testimonios humanos que hicieron del arte una forma de compromiso ético y de supervivencia existencial, todos los artistas abstractos mantienen a través de sus obras la altura de miras que supuso el progreso decisivo para la ciudad con la llegada de la oleada abstracta.
Todavía hoy otros artistas como Cristian Jorge Millares siguen aquella estela desde otros tiempos y espacios, y llegan a Cuenca como turistas para dar testimonio del ensueño provocador que permanece en sus cuadros después de cincuenta años.