Con el título “Gala 25 años de Fiesta Escénica. Pasado, presente y futuro” se reunieron el sábado en el escenario del Teatro-Auditorio una amplia representación de las disciplinas artísticas que han tenido cabida en la programación del Auditorio en estos veinticinco años.
Un acto cargado de sentimiento y agradecimiento hacia un espacio que ha permitido no solo disfrutar en nuestra ciudad de la presencia de importantes artistas, sino de crear cantera de artistas que han tenido en su escenario un espejo en el que mirarse y un objetivo en el que centrarse.
Una espectacular bienvenida esperaba a los asistentes en el mismo hall del auditorio, lugar donde se había trasladado el piano que fue interpretado por Alberto Cubero y las sopranos Mónica Martínez, Alicia Sánchez y Carla Ortega que interpreron arias y duetos de Mozart, Offenbach y Bellini.
En el interior del Auditorio esperaba la sección de metales de la Banda Municipal de Cuenca ubicada en los Anfiteatros mientras eran dirigidos por Juan Carlos Aguilar desde el palco de autoridades. A continuación, un recorrido por las artes escénicas que han formado parte de la programación de este Teatro Auditorio. Un recorrido en el que fuimos acompañados por los actores Rafael Nuñez y Juan Carlos Castillejo que consiguieron que los cambios en el escenario se sucedieran entre sonrisa y sonrisa con constantes guiños al público, a los artistas que se han subido a estas tablas y al personal del Auditorio, al que también se quiso homenajear ayer.
No hubo suspiro durante esta gala que, además de las actuaciones en directo, contó con la intervención en vídeo de D. Pablo López de Osaba, que fuera director de la Semana de Música Religiosa y del Museo de Arte Abstracto, de los arquitectos Paredes-Pedrosa y de los cantantes Cristina Esteban y José Luis Perales.
Hubo momentos de gran belleza estética como las actuaciones del trío barroco, el piano de Eva Llorente o los circenses malabares. También hubo momentos muy intensos como el baile de Juana Segarra acompañada de trío de piano, violín y contrabajo acompañados por el baile de Juana Segarra o especialmente emotivos como los ofrecidos por la Escolanía Ciudad de Cuenca.
La interpretación del “Oh, Fortuna” y el coro de Nabucco emocionaron a todos los presentes antes de conducirnos al brindis de La Traviata a cargo del tenor Eduardo Ladrón de Guevara, la soprano María Alcalde y la dirección de Ignacio Yepes.
El programa sobre el escenario finalizó con la interpretación de dos canciones de José Luis Perales con arreglos de José Antonio Esteban por el Coro y Orquesta 25 años y la Escolanía de Ciudad de Cuenca dirigidos en esta ocasión por Manuel Murgui.
La gala fue dirigida por el propio Pedro Mombiedro, que ha llevado las riendas del Teatro Auditorio y encabezado la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca durante estos últimos cuatro años, retomando la labor que inició en el periodo 2008-12. Una tarea ímproba que ayer recibió un improvisado reconocimiento por parte del público en forma de afectuosos aplausos al finalizar la gala.
De vuelta al hall, un brindis de despedida de la Gala que tuvo un cierto sabor a despedida de un ciclo en el Auditorio. Uno años que han dejado mucho poso y han ayudado a crear una gran cantera de artistas como los que ayer participaron y que sería casi imposible enumerar.
