La terraza del Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha (MUPA) se presentó anoche como el espacio para las últimas apuestas del festival, del que habíamos disfrutado ya en su apertura.
De nuevo, con todas las localidades agotadas, un ambiente preparado para una apuesta diferente, en este caso, recuperando a algunos de estos artistas que llevaban años sin pasar por esta ciudad.
Agustín Durán y Jesús Arenas compartieron escenario donde se mezclaron humor y música, un humor que sacó carcajadas a todos los asistentes durante toda su actuación, con un humor que recuerda anécdotas y lugares comunes manchegos, mientras los sumaba a intervenir con disparatadas propuestas.
Acto seguido intervino Agustín Durán, formando un gran dúo cómico y musical que puso el acento a esta noche de viernes con su espectáculo musical autobiográfico y que estableció esos lugares comunes manchegos por los que se unen.
Lugares comunes como la defensa de los pueblos y sus costumbres, sus pequeñas cosas, sus cotidianidades. Que pasan desde coger un coche para recorrer 100 metros hasta algunas, más escatológicas, pero que los diferencian y les dan identidad.
Funamviolistas fue el grupo encargado de animar la noche a través de sus instrumentos de cuerda. Un trío de mujeres artistas formado por la violinista Ana Hernández, la violista Mayte Olmedilla y la contrabajista Hémera Rodríguez, que apostó por un repertorio musical que combinó sus dos espectáculos, premiados con el Premio Max a Mejor Espectáculo Revelación 2014 o los Premios Teatros del Mundo 2016.
El espectáculo fue una confección que según mencionaron remonta a 2010 y que hablan ante todo de la mujer; en paro, madre, trabajadora, con el corazón roto.
Agustín Durán y Jesús Arenas versionaron canciones como "Soldadito Marinero", contando con la participación del público para cantar. Así, en un lugar como el Museo Paleontológico rugieron con su humor, dando el toque perfecto de gracia para esta edición.