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Proyecto artístico

Diez artistas construyen un diálogo exquisito en Kanoko

Cinco obras de gran tamaño creadas de manera colectiva es el resultado del proyecto 'Bla Bla Bla. Praxis', desarrollado por el espacio cultural, en colaboración con Trazos Pinturas
Fotos: Sara M. de Lerma
06/05/2021 - Dolo Cambronero

Diez artistas han construido en el Espacio Kanoko cinco obras de manera colectiva en el marco del proyecto Bla Bla Bla. Praxis. Un diálogo exquisito. Durante diez días, estos creadores han ido interviniendo con total libertad en unas telas imprimadas de gran formato que se habían instalado en el centro. El resultado podrá verse hasta el 7 de mayo en este lugar, trasladándose posteriormente los trabajos a la tienda Trazos Pintura, de próxima apertura en Cuenca y que ha colaborado con la iniciativa.

Luis Alcaraz, Anna María Kasprzak, Pablo Lázaro, David Plaza, Verónica Duque, El Manchas y Miriam Gascón son algunos de los artistas, de Cuenca o vinculados a ella, que se han sumado a este original proyecto, que ha incluido tanto a jóvenes creadores como a otros con más trayectoria.

Uno de los aspectos más destacados de Bla bla bla. Praxis. Un diálogo exquisito es que los artistas desconocían al resto de creadores que iban a formar parte de esta original iniciativa. De esta manera, los diez participantes recibieron unas llaves de Kanoko y, durante esos diez días, pudieron entrar y salir del espacio libremente como si se tratara de sus propios estudios e intervenir en las telas imprimadas que se habían dispuesto a tal efecto.

Además, también se les había dejado a los artistas en este espacio una amplia gama de materiales y herramientas para que pudieran crear y que fueron aportados por la futura tienda Trazos Pinturas que, perteneciente a la firma Pinturas Coes, se va a inaugurar próximamente en la capital y que estará especializada en todo tipo de utillaje de Bellas Artes.

TEJER REDES

La ‘magia’ del proyecto es que durante el tiempo en que cada artista se pasó por el espacio pudo coincidir o no con otros creadores, si bien uno de los objetivos era posibilitar el encuentro y que estos se conocieran entre sí, con el fin último de tejer redes en la ciudad, como precisa Juan Membrillo, uno de los fundadores de Kanoko.

El diálogo entre ellos se ha materializado a través del proceso creativo, siendo el medio de esa comunicación lo pictórico en lugar del lenguaje. “Ha sido casi un experimento social”, resalta. “Con este proyecto, se ha cambiado el concepto de Kanoko, que ha pasado de ser un espacio expositivo a un lugar de creación y de encuentro para los artistas”, añade.

De hecho, recalca que no querían darle tanta importancia a las obras resultantes sino al proceso de creación colectiva y al propio hecho de que pudieran conocerse los artistas con el fin de generar tejidos en la capital, algo que considera que es necesario en la ciudad.

Y así, como recuerda Eva Guzmán -que forma parte tanto del equipo de Kanoko como de Pinturas Coes- al modo en que los surrealistas empezaron a crear cadáveres exquisitos con las palabras, esta decena de artistas han hecho lo propio a través de lo pictórico, lo que ha dado como resultado cinco obras en las que se mezclan estilos, colores y técnicas.

Por ello y como guiño a aquellos creadores surrealistas, la exposición se ha llamado Bla Bla Bla. Praxis. Un diálogo exquisito, que pretende “fomentar tejido” artístico en la ciudad. “Esto es muy importante porque hay pocas oportunidades y los jóvenes que estudian Bellas Artes no se suelen quedar. Hay que construir”, hace hincapié Guzmán.

Una vez que termine la exposición en Kanoko, la obra se trasladará a Trazos Pinturas. Bueno, se llevarán los fragmentos que queden dado que se podrá adquirir trozos de estos trabajos de gran formato. Los interesados podrán así seleccionar la porción que desean y el precio será por metro, lo que supone una gran oportunidad para apoyar a los artistas de nuestra ciudad.

Diez artistas construyen un diálogo exquisito en Kanoko

David Plaza Sagrado es uno de los creadores que han participado en esta iniciativa. “Ha sido divertido. He coincidido un par de veces con otros artistas en el espacio pero ha sido interesante para construir tejidos”, apunta. No obstante, reconoce “las dificultades a la hora de establecer un diálogo” en un proceso de intervención colectiva de este tipo: “Tiene complicación al ser tantos. Cada uno ha ido haciendo sus propuestas y nos hemos ido tapando unos a otros lo que habíamos creado. Pero a mí me ha parecido bien”, asegura.

En su caso, su aportación se encuadraba en la abstracción porque considera que “era lo que mejor encajaba” en lo que se estaba creando y utilizó fundamentalmente esprays y clavadora, entre otro material.

Luis Alcaraz, Miriam Gascón y Anna María Kasprzak son otros de los artistas participantes. Los dos primeros se llevaron una grata sorpresa este lunes 26 de abril, cuando tenía lugar la inauguración, al descubrir que la tercera, a la que conocían de antes, también había formado parte del proyecto.

“Al principio, vienes con miedo pero ha ido muy bien. Hay cosas interesantes dentro del caos que supone que cada uno vaya interviniendo con diferentes estilos”, apunta Luis Alcaraz. “La experiencia ha sido muy buena no tanto por los resultados como por el juego que se estableció”, indica por su parte Miriam Gascón, que subraya la importancia de este proyecto, que ha convertido a Kanoko en un estudio compartido. “El arte está en Cuenca pero no se ve. Faltan espacios”, reclama.

Anna María Kasprzak, de Polonia, que hizo el Erasmus en Cuenca, ciudad a la que regresó en 2017 y en la que actualmente prepara su doctorado, destaca la “libertad” con la que han trabajado, algo que no siempre es posible para los artistas. “Ha sido un regalo. Empecé con mucha energía y vine el primer día aunque ha habido gente que han venido los últimos días. El resultado es muy interesante”, considera.

El ‘artista’ más joven que ha participado en el proyecto es Nahuel, de tan solo cuatro años. En realidad, desde Kanoko invitaron a participar a su padre, el pintor Pablo Lázaro, pero él propuso que pudiera sumarse también el pequeño. “Nos lo pasamos genial.El proceso fue muy divertido. Pero yo solo he sido el ayudante de Nahuel”, asegura mientras detalla que la aportación del niño fue un campo de ‘fresibayas’, aunque aquel dibujo se ha transformado porque los artistas han ido superponiendo sus trabajos unos a otros.

La muestra estará abierta hasta el 7 de mayo en Kanoko, en horario de 17:30 a 20:30 horas. Después, se podrán ver otras obras completamente diferentes en Trazos Pinturas. El arte, que se transforma.