El talento ‘conquense’ se ha colado en los Premios Óscar, que se entregarán en Los Ángeles (EEUU) el próximo 10 de marzo, la madrugada del domingo al lunes en España. Carlos Valle, egresado de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca y profesor asociado en la actualidad en la de Comunicación, y el joven dibujante conquense Marcos Llorens Cuevas han formado parte del equipo de la película Robot Dreams, que ha sido dirigida por Pablo Berger y que está nominada en los emblemáticos galardones en la categoría de mejor película de animación.
“Es muy ilusionante. Es una película muy cuidada, en la que han participado muy buenos profesionales, de los mejores en cada uno de los ámbitos, como animación, producción, diseño de personajes... Se trabaja para conseguir algo así pero no es fácil y cuando llega, es una gran sorpresa. Es una mezcla de sentimientos que rozan lo increíble porque es lo más grande que se puede conseguir a nivel cinematográfico”, destaca Carlos Valle, que es de Consuegra (Toledo) y que ha formado parte del equipo de producción de la película.
“Ha sido una gran sorpresa. Es algo que el equipo deseaba pero que no se esperaba que se fuera a lograr. Estamos muy contentos”, señala por su parte Llorens Cuevas, quien, a sus 25 años, es uno de los animadores de Robot Dreams, que ya se ha alzado como mejor película de animación en los Premios del Cine Europeo, que ha conseguido el premio Feroz a mejor película de comedia y que competirá por cuatro premios Goya.
FUERTES COMPETIDORES
En los Premios Óscar, la película tiene fuertes competidores en su categoría: Hayao Miyazaki y su El chico y la garza; la producción de Pixar Disney Elemental; Spider-Man: Cruzando el Multiverso; y Nimona.
Para Carlos Valle, el gran rival a batir para conseguir la codiciada estatuilla dorada es Miyazaki, un director al que dice tenerle “mucho respeto” y que ha sido precisamente uno de los referentes de Pablo Berger en su película.
Robot Dreams está basada en la novela gráfica de Sara Varón que retrata la vida de Dog, un perro solitario que vive en el Nueva York de los años ochenta y que decide construirse un robot para que sea su amigo. Se hacen inseparables hasta que un buen día tienen que separarse. ¿Volverán a encontrarse?
En concreto, Carlos Valle ha formado parte del departamento de producción de este proyecto, al que se incorporó en octubre de 2021 y en el que estuvo durante seis meses. Su función consistía en organizar los distintos equipos, de forma especial el de animación, y estar pendiente de la entrega en plazo de las tareas y supervisar la presencia de marcas comerciales en la obra, entre otras cuestiones. “Producción pura y dura”, apunta.
Por su parte, Marcos Llorens ha participado como dibujante durante un año y medio en la película, en la parte específica de animación. El joven, que estudió el Grado de Animación en Madrid tras haber pasado por la Escuela de Arte Cruz Novillo, todavía no había terminado sus estudios universitarios cuando se enteró de este proyecto. Presentó sus trabajos, les cuadró al equipo y lo llamaron, entrando en el mundo del cine por la puerta grande. “Siempre piensas que vas a empezar en algo más pequeño”, admite. En la actualidad, trabaja en el diseño de personajes para otra película y en el futuro le gustaría seguir creando para otros largometrajes españoles.
En cuanto a Carlos Valle, el productor ya había estado nominado a los Goya en 2022 por Nacer, cortometraje de animación dirigido por su hermano Roberto. Profesor de Diseño Digital Avanzado y de Edición y Posproducción en la Facultad de Comunicación de Cuenca, otros de sus proyectos próximos son Kairós y el documental Semillas de Kivu, que aborda la violencia sexual contra las mujeres en el Congo, estando previsto el estreno de ambos este año.