Recopilan y protegen las mayores y más importantes colecciones de patrimonio artístico y cultural del ser humano, son espacios en los que se fusionan arte e historia en apenas unos metros cuadrados, conceden al público la posibilidad de descubrir y deleitarse con curiosidades de épocas pasadas y presentes e, incluso, permiten imaginar cómo será el futuro.
Hablamos de los museos, esos espacios llenos de historia que albergan cientos de objetos de valor en su interior .Si tenemos en cuenta esa premisa, la ciudad de Cuenca debe ser una de las capitales más interesantes del planeta al contar con más de una decena de espacios museísticos en los que se pueden ver dinosaurios gigantescos únicos en el mundo, obras de Zóbel, Torner o Millares y hasta máquinas del tiempo.
Cuenca, además, es una ciudad eminentemente turística en la que cada año aumenta el número de personas dispuestas a disfrutar de sus museos. Y tú, ¿te atreves a hacer una ruta por ellos?
Arrancamos en la parte alta del Casco Antiguo de Cuenca. Concretamente en el antiguo convento de las Carmelitas, donde se encuentra ubicada la Fundación Antonio Pérez, un museo de arte contemporáneo que acoge la importante colección de arte de Antonio Pérez, compuesta por cuadros de pintores tan relevantes como Saura, Millares, Feito o Gordillo.
Sin embargo, no es especial únicamente por la calidad de sus obras sino “por las vistas inigualables que pueden disfrutarse desde cualquiera de las ventanas o patios de la Fundación”, explica su director, Jesús Carrascosa. A esto, hay que sumarle “el encanto de este edificio colgado de la Hoz del Huécar”, apostilla.
Además, en los últimos cuatro años, desde el 2019, el interés por este espacio no ha parado de crecer, hasta el punto de que en 2021 se registraron 29.585 visitas, el máximo hasta la fecha.
Una cifra que promete aumentar este año con la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del pintor Manolo Millares, una cita para la que “hay previstas varias sorpresas que se desvelarán próximamente”, adelanta Carrascosa. En la línea de las celebraciones, en 2023 la FAP festejará su 25 aniversario, una efeméride en la que “ya se está trabajando”.
Si continúan paseando por el Casco Antiguo, deben hacer una parada más que obligatoria en el Museo de Arte Abstracto Español que, a día de hoy, gestiona la Fundación Juan March.
Abrió sus puertas en 1966 y posicionó a Cuenca en el centro del arte, la cultura y la vanguardia. Un lugar, más que especial por encontrarse dentro de las Casas Colgadas, que dotan al museo de una singularidad única. En él, se ha generado “un equilibrio perfecto entre el contenido y el continente”, asegura el director del Museo, Manuel Fontán.
Los retos de futuro pasan por “mantener viva la juventud del Museo” y para ello, en 2016 se acometieron diversas reformas en las instalaciones para ampliar el espacio dedicado a exposiciones.
Si bien, de cara a la celebración del 60 aniversario de la apertura de este icónico espacio que se producirá en 2026, el Museo quiere llegar en las mejores condiciones posibles. Por ello, este mes de junio comenzarán las obras para mejorar su climatización “con el objetivo de lograr el control de humedad y temperatura óptimas de conservación de las obras”, explica Fontán.
Por otro lado, entre sus proyectos más especiales está la divulgación del ‘Diccionario de pintores abstractos españoles’ redactado por Fernando Zóbel en 1980 y que en la actualidad puede consultarse en la página web del Museo de Arte Abstracto Español.
Por último, es importante destacar que antes de la llegada de la pandemia, el Museo de Arte Abstracto vivía una etapa dorada pues en 2019 se superaron las 91.000 visitas y, desde la dirección esperan recuperar esas cifras en este 2022 pues, hasta el pasado mes de abril, fueron 24.000 las personas que cruzaron el umbral de la puerta en el primer cuatrimestre del año.
El recorrido por Cuenca continúa hasta llegar al Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, que se encuentra situado a escasos metros de la Torre de Mangana, una edificación que, junto a la cúpula del planetario de este tercer museo, configura el característico skyline de la capital conquense.
Las proyecciones en el planetario y los talleres infantiles diferencian al Museo de las Ciencias aunque, “lo que más le gusta a los niños y niñas es que pueden tocar todo aquello que quieran porque les encanta ser partícipes”, destaca José María Sánchez, el astrónomo.
Además, han emprendido un camino hacia la digitalización y renovación de sus recursos porque “tenemos en cuenta la opinión de los visitantes y desde hace tiempo solicitaban cambios”, comenta. Así, tras reactualizar los contenidos, esperan continuar siendo un Museo icónico de Castilla-La Mancha.
Por último, debemos cruzar la ciudad para llegar al último destino, el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, emplazado en la parte alta del Barrio Tiradores.
Abrió sus puertas en 2015 y se ha convertido en todo un referente a nivel regional y nacional por sus más de 400 piezas originales expuestas y las 20 maquetas de dinosaurios a tamaño real. Además, uno de los elementos diferenciadores del MUPA son sus holotipos que son aquellos ejemplares únicos de una especie como el famoso Concavenator Corcovatus, popularmente conocido como ‘Pepito’. Si bien, el MUPA cuenta en sus fondos con más de 40.000 piezas pendientes de ser investigadas, entre ellas procedentes de Las Hoyas y Lo Hueco, los dos grandes yacimientos que marcaron un antes y un después en la historia de la paleontología conquense y mundial.
En definitiva, son muchos los atractivos de la capital conquense que están esperando para ser descubiertos por todas aquellas personas interesadas en el arte, el patrimonio y la cultura.
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