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Música

El Coro del Conservatorio, de gira con las Ciudades Patrimonio

Esta agrupación ofrece el fin de semana dos conciertos en Extremadura para celebrar el 25 aniversario del grupo
El Coro del Conservatorio, de gira con las Ciudades Patrimonio
08/12/2018 - Gorka Díez

Una trayectoria de 39 años avala al Coro del Conservatorio de Cuenca, cuya presencia se hace notar cada Semana Santa con el canto del Miserere al paso de las distintas imágenes por San Felipe Neri pero cuya actividad va mucho más allá, al celebrar entre treinta y cuarenta conciertos al año, tanto en Cuenca como en otras ciudades españolas, y haber puesto en marcha o participado en proyectos donde la música se fusiona con otras artes como el espectáculo polifónico-teatral ‘Estampas’, la original mezcla de música y poesía de ‘Me llamo Doménicos’, la ópera ‘El diluvio de Noé’ o la cantata ‘Carmina Burana’.

De hecho, en este final de año, el coro, de 25 integrantes, tiene una apretadísima agenda, con dos conciertos en Extremadura para celebrar el 25 aniversario del Grupo de Ciudades Patrimonio y media docena de actuaciones en Cuenca con motivo de la Navidad.

Así, el 7 de diceimbre el Coro actuaba en la basílica de Guadalupe y el 8 lo hará en la concatedral de Santa María en Cáceres, en ambos casos con un repertorio de música religiosa, de adviento y Navidad, de autores como Frantz Liszt, Mendelssohn, Perosi o de quien desde hace 19 años es su director, el profesor y compositor Pedro Pablo Morante.

“Preparamos un repertorio con temas exclusivos, al ser dos actuaciones relevantes que también nos permitirán dar a conocer algunos cantos de nuestra tierra, composiciones mías basadas en antiguos cantos de nuestro folclore”, apunta Morante, que asimismo destaca la labor de difusión de la provincia que hace el coro allá por donde va, para lo que en este caso ha contado con la colaboración del Obispado de Cuenca y de la Diputación.

Tras estos conciertos fuera de Cuenca, el 13 de diciembre el Coro ofrecerá un concierto de villancicos, dedicado a la Navidad, en el Convento de las Concepcionistas de la Puerta de Valencia, el 15 en Villaescusa de Haro a través del programa de la Diputación y el 18 en el Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), actuaciones a las que en principio seguirán otras en el Palacio de Diputación (día 19), Carrascosa del Campo (día 22) y Tarancón (día 28), aunque algunas están pendientes de confirmación.

PUERTAS ABIERTAS

Para formar parte del coro, donde las mujeres son mayoritarias (“a los hombres les cuesta más cantar salvo los que somos atípicos”, considera Morante), al inicio del curso se celebran pruebas de acceso, aunque no todos las superan. Porque, aunque no se exige estudios musicales ni un conocimiento profundo, sí es necesario “afinar bien, tener una entonación correcta, buen sentido del ritmo y cierta musicalidad”. Ya una vez en el coro, los nuevos miembros irán adquiriendo conocimientos y podrán perfeccionar su técnica. Eso sí, no solo se valoran las cualidades vocales de la persona, sino también otros factores como “el trato humano” y la capacidad de relación con otras personas, algo importante al tratarse de una agrupación de casi treinta miembros.

Además, al celebrarse dos ensayos semanales de hora y media los martes y los jueves y varias actuaciones anuales, también es necesario “el compromiso”, tanto para acudir a estos encuentros como para estudiar y aprenderse los nuevos temas que el coro vaya incorporando a su repertorio, que incluye más de 275 obra polifónicas del siglo XI a la actualidad. De hecho, quien cometa reiteradas ausencias no justificadas puede recibir una sanción.

Al estar el coro dentro de una asociación, sin ánimo de lucro, sus miembros no reciben además ninguna contraprestación económica por su trabajo: se trata de cantar por amor al arte, de modo que los ingresos que se obtienen por las actuaciones se emplean para gastos como la compra de partituras, la puesta en escena o la contratación de músicos para determinadas actuaciones que no sean a capella. Para la prevista en la Puerta de Valencia, por ejemplo, el coro estará acompañado de un organista, un saxofonista y un violinista.

Lo ajustado de las cuentas (“muchos años cerramos con el remanente a cero”, señala Morante) impide además que el coro pueda plantearse giras internacionales, como antes de la crisis. “Viajar conlleva unos gastos bastante grandes, porque no son viajes de un día, hay que pagar el desplazamiento… Así que, al menos por el momento, preferimos invertir el dinero en proyectos para actuar en Cuenca y por España”.