Escribir puede tener un gran efecto terapéutico en estos días de confinamiento, tanto si tenemos pretensiones literarias como si solo buscamos un poco de paz y ordenar nuestra mente para sobrevivir a la cuarentena. Si deseas aprender a enfrentarte al folio en blanco o perfeccionar el arte de la escritura, puedes participar estos días en varias iniciativas centradas en esta práctica, como El encierro creativo, una serie de tutoriales online protagonizados por la librera y autora Cristina Serrano, o el taller Literaturas del encierro, de la mano de la Escuela de Ateneas, el club de lectura de la Biblioteca Pública del Estado de Cuenca.
El encierro creativo, que encara este martes su tercera sesión, se enmarca dentro de la programación de actividades en línea que, bajo el nombre CIC en Casa, está desarrollando el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) durante estos días para hacer más llevadera la cuarentena. El vídeo se emitirá a las siete de la tarde en el perfil de Facebook de esta entidad.
Librera y fundadora de Un Cuarto Propio, Cristina Serrano es autora de los libros Septiembre y Autofobia, y coordinadora de talleres de escritura creativa para niños y adultos desde 2009. En la primera sesión de El encierro creativo abordó cómo se puede utilizar el momento que estamos viviendo para escribir. “Les propuse un pequeño retrato a base de palabras y luego les di unas cuantas frases para ir trazando una autobiografía”, detalla. El segundo vídeo lo dedicó a los microrrelatos con ejemplos y propuestas, y el tercero, se centrará este martes en la voz narrativa, el lugar desde el cual se cuenta una historia. “Son tres opciones. El laboratorio de escritura puede ser infinito”, sostiene.
A la autora, ‘el principio de todo’ esto le pilló en el Campus de Albacete de la UCLM, donde impartió la semana anterior al confinamiento un Laboratorio de Escritura. Terminaba el curso justo el jueves 12 de marzo y al día siguiente ya se suspendieron las clases presenciales. Luego vino el estado de alarma y la UCLM le propuso grabar algunos vídeos “para seguir ofreciendo alternativas creativas”, cuenta.
“Cualquier actividad creativa nos ayudará a salir de esta falta de libertad. En realidad, como decía mi querida Virginia Woolf: ‘No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”, subraya.
Por ello, anima a “mantener la mente libre y la creatividad en movimiento” en estos días en los que no podemos salir a la calle. “La escritura es una opción. Podemos cocinar, dibujar... pero yo siempre apuesto por escribir”, apunta.
“Algunos alumnos siguen un diario. Otros me cuentan que incluso sus sueños han cambiado”, explica, por lo que invita a anotar también nuestro mundo onírico.
De todas formas, echa de menos los talleres presenciales: “Me costó bastante porque me encanta tener a los alumnos cerca y poder tener una respuesta inmediata, ver sus miradas, sus gestos… pero hay que adaptarse”.
Como a todos, a esta librera le ha tocado reajustar otras actividades ya que también coordina otros dos grupos online: uno de introducción y otro para alumnos que ya llevaban meses con ella y han querido seguir con esta práctica en estos días de confinamiento. “Utilizamos las herramientas que tenemos, redes, WhatsApp y alguna aplicación para poder vernos las caras. Y luego trabajo con la biblioteca de Illescas, donde también hemos tenido que adaptar los dos talleres que imparto”, indica.
Pero ¿hay que seguir ciertos horarios al escribir o se puede hacer más libremente? Cristina Serrano lo deja claro: “Hay palabras con muy mala fama: disciplina, compromiso, rutina... Pues lo siento, son necesarias”.
“Hay una autora, Julia Cameron, que me encanta y en su libro El camino del escritor dice: ‘Escribo y luego hago todo lo demás’. Es la única manera. Siempre anteponemos todo y escribir es lo último por eso no nos queda luego tiempo”, reflexiona. Y bromea añadiendo que “el tiempo no existe; es un invento humano para fabricar relojes, agendas y esas cosas”.
“Lo importante es disfrutar. No podemos agobiarnos porque hoy no hayamos escrito o decir que tenemos que hacerlo a las cinco en punto de la tarde pero sí intentar escribir algo a diario. Practicar hasta que la escritura forme parte de nuestra vida”, insiste.
En Escuela de Ateneas lanzaron en enero la propuesta de reflexionar sobre los propios encierros que sufren las mujeresEn la Escuela de Ateneas también han lanzado una propuesta para escribir bajo el nombre Literaturas del encierro aunque, en realidad, la iniciativa nació en enero pero estos días ha cobrado todo su sentido. Laura Fresneda, coordinadora de este club de lectura feminista, cuenta que, tras leer, Sueños desde el umbral: Memorias de una niña del harén, de Fatima Mernissi, una de las componentes de este programa cultural, Jazmina Fuentes, planteó la idea de reflexionar sobre los propios encierros que sufren las mujeres.
En aquel momento poco podían imaginar que nuestras vidas iban a girar meses después en torno al confinamiento. Así, ahora han abierto la nueva sección Literaturas del encierro para retomar sus encuentros de manera virtual y compartir sus conocimientos y experiencias sobre el encierro.
Por un lado, en esta sección, se recopilan reseñas y comentarios sobre libros en los que el encierro aparece como materia literaria, y, por otro, se incluye un taller de escritura en el que puede participar todo aquel que lo desee. Los textos se comparten en el blog de este club de ocio (www.escueladeateneas.com), que ha cambiado sus encuentros presenciales por reuniones virtuales a través de Zoom todos los jueves.
Para Laura Fresneda, el confinamiento puede ser una gran oportunidad para encontrarnos a nosotros mismos y desde Escuela de Ateneas también recuerdan unas palabras de Fernando Pessoa para que aprovechemos al máximo esta cuarentena y no nos sintamos encerrados durante estos días que duran ya demasiado: “Podeis encerrarme en una celda que yo inventaré el mundo”.