Las obras están empezando a acomodarse, a encontrar su lugar en la antigua iglesia de Santa Cruz de Cuenca, donde esta semana ha comenzado el montaje de lo que será la segunda sede de la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO). En la parte superior del espacio desacralizado, una pequeña escultura de 1919, una maternidad de la artista Marthe Donas, parece dialogar con la imagen de 1951 del Sagrado Corazón de Jesús ubicada en el Cerro del Socorro y que se ve a través del gran ventanal que hay en la sala. “Es mágico el encuentro”, le decía este miércoles Rafael Sierra, director artístico de la colección, al filántropo cubano-estadounidense Roberto Polo.
Tras diversos avatares -en un principio estaba previsto que la colección fuera a la Casa Zavala-, las obras que constituirán los fondos permanentes de la sede de CORPO en Cuenca llegaban este martes a la iglesia de Santa Cruz. Un día después, Polo aterrizaba en la capital para supervisar la instalación de las piezas. Las Noticias de Cuenca recorría este espacio junto al coleccionista -acompañado por Sierra- en su primera visita a este lugar no ya vacío sino con las obras. “Ahora viene la parte divertida que ya comenzó Rafael, que es montarlo todo y crear diálogo. Nuestro papel es mostrar al público lo que no sabe”, apuntaba el coleccionista.
No obstante, este espacio expositivo sería temporal ya que la intención es que la colección se muestre de manera definitiva en el Archivo Histórico Provincial una vez que este inmueble sea habilitado como museo. En principio, el acondicionamiento del inmueble debería estar listo a finales del año 2023.
La exhibición de las piezas que se están montando en la iglesia de Santa Cruz es posible gracias a la cesión de más de medio millar de obras del coleccionista cubano a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por un período renovable de 15 años y que se repartirán entre las sedes de Toledo -que arrancó su andadura en marzo de 2019- y la de Cuenca. Estaba previsto que la conquense se inaugurara a finales de este mes de noviembre pero todo parece apuntar a que, debido a la situación sanitaria, se va a retrasar la apertura.
De todas formas, Cuenca ya disfruta desde septiembre de un anticipo de la Colección Roberto Polo con la exposición de 252 retratos inéditos del artista franco-belga Pierre-Louis Flouquet.
La Colección Roberto Polo introduce a Cuenca en el arte internacional. Abre una ventana al mundo
Para la sede permanente de Cuenca se han cedido 171 piezas aunque de momento en la iglesia de Santa Cruz se exhibirán solo un centenar. “La gran aportación que hace la Colección Roberto Polo a Cuenca es que introduce a esta ciudad en el arte internacional. Todos los museos que hay ahora se centran en el arte nacional. El museo de Arte Abstracto te abre una ventana al arte español y esta colección, una ventana al mundo”, recalca Sierra, que calcula que las obras estarán montadas ya la semana que viene.
“Hay obras con la misma importancia y a veces más que las que se encuentran en otros museos, como el de Arte Moderno de Nueva York”, añade por su parte Polo, quien destaca que muchos de los artistas que conforman la colección están poco representados en España o directamente no lo están.
VANGUARDIAS HISTÓRICAS
CORPO se nutre principalmente de obras encuadradas en las vanguardias históricas europeas de principios del siglo XX y cuenta con piezas de artistas de Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania Austria, Inglaterra, Rusia y Estados Unidos, entre otros países, tanto de pintura como escultura, fotografía y las llamadas artes decorativas, aunque sobre esta última disciplina, el mecenas hace una puntualización: “Cuando entramos en el Modernismo, se regresa a un concepto del Renacimiento y lo que llamamos artes decorativas en realidad son las bellas artes porque sí tienen una función mientras que la pintura y la escultura no tienen ninguna y son solo decorativas”.
En la sede de Cuenca, el siglo XIX estará presente a través de figuras tan relevantes como los pintores Eugène Delacroix o Edgar Degas. También destaca una obra sobre Don Quijote y Sancho Panza del español Pablo Picasso. Sin embargo, tanto Polo como Sierra insisten en que este autor está ampliamente representado en otros museos del país y lo verdaderamente significativo de esta colección son las piezas de otros artistas menos conocidos en el país.
De todas formas, Polo cuenta como anécdota que adquirió la obra de Picasso en una subasta en Alemania y junto a ella también iba una fotografía del señor al que le habían regalado este cuadro en su 65º cumpleaños. “Es muy interesante ir siempre a la búsqueda del tesoro”, dice mientras muestra la instantánea.
Pero Polo insiste en que lo más significativo de esta colección está en otro lado y pone como ejemplo de piezas destacadas las lámparas de Josef Hoffmann y de Eileen Gray, o el jarrón de Koloman Moser que se podrán ver en este espacio museístico, aunque bromea dejando claro que se niega a destacar solo un par de obras ‘favoritas’. “La pantalla de la lámpara en difuma, un material entre papel y lino, es sublime. Son muy frágiles y no sobrevivieron. Esta hubo que restaurarla”, cuenta.
“Si me preguntaran lo más difícil de encontrar, hay muchas cosas pero quizás destaco el jarrón de Koloman Moser”, señala. Precisamente de este autor también se ha montado ya en uno de los espacios de la iglesia de Santa Cruz una majestuosa mesa y seis sillas que datan de 1903 y que son un verdadera obra de arte.
“Yo resaltaría personalmente de esta colección este tipo de piezas, algo que la mayoría de la gente no va a destacar en España porque no hay una tradición en arte decorativo”, teme sin embargo Polo.
ORIGINALES OBRAS
Relieve abstracto, de Marc Eemans; El Puerto de Liverpool, óleo de John Atkinson Grimshaw; una misteriosa e imponente escultura yacente de los hermanos Meurice, artistas haitianos; y una original jaula de Theo van Doesburg de 1917 son otras de las obras que se pueden descubrir en el recorrido por este espacio museístico.
La sede conquense hará un especial hincapié en la abstracción, dada la vinculación de la ciudad con esta corriente artística y con la intención de “poner en contexto” las obras que recoge el museo conquense de Arte Abstracto. La idea es así establecer un paralelismo entre la creación de los artistas españoles que la capital conquense reunió a partir del año 1959, y el trabajo de sus coetáneos europeos y americanos en el período que le precede y le sigue. “La abstracción nace en 1891 en Bélgica y el museo conquense abre mucho más tarde. No es que los españoles lo hicieran mal; se debe solo a los contextos históricos del país. La monarquía, la iglesia, la guerra civil...”, señala.
“La abstracción mira con el ojo interno hacia dentro. Es la representación del alma, del espíritu, que por naturaleza es abstracto, mientras que la representación figurativa es hacia fuera aunque también hay obras de este tipo que tienen el alma del artista”, reflexiona Polo sobre el arte.
Las piezas se irán acomodando en los próximos días al espacio de la iglesia de Santa Cruz, un lugar que tanto Polo como Sierra consideran que cuenta con mayores posibilidades que la Casa Zavala. Ahora, con los museos cerrados en la capital debido a la situación de nivel 3 por la Covid-19, solo falta esperar a que pase el temporal y la sede conquense de CORPO pueda abrir para que las obras dialoguen también con los espectadores.