La crisis económica de 2008 hizo evidente el declive de la prensa escrita. “Sin embargo, su origen puede situarse algunos años antes, cuando el modelo ya presentaba algunas señales de involución”, reflexiona Belén Galletero Campos, profesora de la Facultad de Comunicación de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) que acaba de publicar el libro Ciudades sin periódico. Auge y declive de la prensa provincial de Castilla-La Mancha, en el que hace un recorrido por los medios impresos de la región desde el periodo de la Transición hasta la actualidad.
El punto de partida del libro es la tesis doctoral que la docente defendió en 2018, en la que recopilaba la historia de la prensa escrita en las cinco provincias de la comunidad y que ahora ha actualizado para recoger los movimientos de los medios en los últimos años en esta nueva publicación, cuyo prólogo ha sido escrito por Isidro Sánchez Sánchez, profesor colaborador honorífico del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha de la UCLM.
Galletero indica que el libro pretende también dar a conocer a los jóvenes estudiantes de Periodismo una realidad ignota para ellos en un momento en que el entorno digital acapara casi la totalidad del protagonismo. “Muchos no conocerán nunca una rotativa ni han oído hablar de la hora de cierre de un periódico”, apunta.
La prensa del movimiento
En el caso de Cuenca, el libro comienza el recorrido con Ofensiva, que había nacido en 1942 como bisemanario, siendo posteriormente diario, que formaba parte de la prensa del Movimiento. En 1962, pasó a llamarse Diario de Cuenca, que se mantuvo abierto hasta 1984, naciendo apenas meses después El Día de Cuenca, primer medio de titularidad privada en la provincia desde 1939 y que iría abriendo después delegaciones en otras provincias de Castilla-La Mancha, llegando a ser el grupo de comunicación más importante de la región.
Gaceta conquense es otro de los medios -desde 1984 hasta 1988- que nacieron en aquella década, surgiendo después, en 1997, La Tribuna de Cuenca, que aún pervive aunque a lo largo de estos años ha mantenido una periodicidad variante e incluso cerró en 2009, volviendo a abrir en 2013. Ya en los primeros años del siglo XXI, cuando la profesión vivió una auténtica edad de oro, aparecerían otras cabeceras en Cuenca como Global Castilla-La Mancha (2005), un semanario gratuito que contaba con ediciones en otras provincias de la región, que fueron cerrando entre 2011 y 2012 tras la crisis.
Fueron unos años fatídicos para los medios de la región, desapareciendo multitud de cabeceras, entre ellas la de El Día de Cuenca, que cerraba sus puertas en marzo de 2013. Cuenca y Guadalajara fueron las primeras provincias españolas en quedarse sin prensa diaria local.
No obstante y en medio de aquella debacle en el panorama mediático de Castilla-La Mancha, el semanario Las Noticias de Cuenca echaba a andar en junio de 2013 y desde entonces sigue llegando a los quioscos conquenses, dando respuesta además a la inmediatez en la información que demanda el mundo actual a través de su versión digital.
“El formato semanal se adapta muy bien a las circunstancias de Cuenca”, considera Galletero, que puntualiza que, en 2008, cuando todavía quedaban cabeceras diarias en papel en la región, el 80% de los periódicos que se vendían eran de prensa nacional.
Una tendencia que no sucede, sin embargo, en ciudades de, por ejemplo, el norte del país, donde la prensa de la tierra suele tener un mayor arraigo. “Los periódicos tienen allí tiradas más grandes. En esta región, las ediciones ya eran pequeñas por lo general en 2008, antes de la crisis. La gente tiene la costumbre aquí de mirar la prensa en el bar y se compra poco”, recalca.
En el caso de la provincia de Cuenca, la docente subraya que la dispersión demográfica también repercute de alguna manera en las tiradas de los periódicos dado que hay que hacer un gran esfuerzo para llegar hasta pequeños municipios de La Serranía con apenas unos pocos ejemplares. “Es un mercado difícil”, admite.
"Los periódicos del norte tienen tiradas más grandes. En Castilla-La Mancha, la gente tiene la costumbre de mirar la prensa en el bar y se compra poco"
Luces y sombras
Galletero, que ya coordinó antes la publicación del libro Desigualdades de género en el periodismo, también habla en Ciudades sin periódico del gremio de los periodistas, considerando que faltó unión cuando comenzaron los cierres paulatinos de empresas de comunicación, habiéndose perdido “la oportunidad de adoptar un instrumento que sí existe en otras comunidades: el colegio profesional” y que podría haber ayudado a fortalecer al colectivo en un momento en el que se vio arrollado por la crisis. Paradojas de la vida, fue en esos años difíciles cuando echaba a andar en Castilla-La Mancha la Facultad de Comunicación, ubicada precisamente en Cuenca.
Respecto a la publicidad institucional, Galletero reconoce que resulta imprescindible para la supervivencia de los medios en la región dado que las ventas de periódicos no son muy altas, pero reclama una mayor transparencia y que esté bien reglada, aunque reconoce que se ha mejorado en este aspecto en los últimos años.
Galletero, doctora en Periodismo por la Universidad de Castilla-La Mancha, alude a la “mayor profundidad” de las informaciones en los medios en papel al disponer de más tiempo para elaborarlas frente a la inmediatez que impera en lo digital.
De todas formas, aún “no se cumplieron los augurios” que llevan años vaticinando el final de la prensa escrita, como recuerda la docente en el comienzo del libro, y todavía quedan ‘aldeas galas’ de papel que resisten como es el caso de Las Noticias de Cuenca.
