Como “superemocionante” ha definido este viernes en la capital el actor Guillermo Montesinos la experiencia de volver cuarenta años después a visitar los escenarios en los que se rodó la película El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, para participar ahora en el documental Regresa El Cepa, dirigido por Víctor Matellano y en el que se cuenta el proceso de rodaje de aquel título.
“Para mí, rodar la película ya fue algo fuera de serie”, ha señalado Montesinos en el Centro Cultural Aguirre, donde ha visitado la exposición Soy El Cepa, estoy vivo. Del Caso Grimaldos al Crimen de Cuenca, acompañado por el director del documental; Gonzalo Miró, hijo de la directora de la película; y Sol Carnicero, productora de aquella obra. Posteriormente, han participado en la presentación de este nuevo título en la XXII Semana de Cine de Cuenca.
Para Montesinos, que interpretaba a El Cepa en aquella película, es “maravilloso” que cuarenta años después se cuente lo que ocurrió con la obra, que fue secuestrada, y el encausamiento a Pilar Miró.
“Hoy ya no puedo separar la película del documental”, ha asegurado el actor, que ha dicho que tenía “unas ganas tremendas” de venir a Cuenca.
Por su parte, Matellano ha señalado que este documental supone revisar “una de las películas más importantes de la historia del cine español” porque fue uno de los grandes éxitos de los años ochenta a nivel comercial y una obra de una “inmensa calidad” que, además, se rodó en pueblos de Cuenca. “Y, los más importante, porque es una película que cambió muchísimas cosas”, ha subrayado, asegurando que gracias a este título “tenemos una serie de derechos más avanzados” en este país y provocó una reflexión acerca de la libertad de expresión.
El documental está contado por personas que intervinieron en la película El crimen de Cuenca, así como por expertos que la analizan. “El hilo conductor es el actor que entonces encarnó al Cepa, Guillermo Montesinos, un actor maravilloso que nuevamente nos hace un recorrido no solo físico sino casi espiritual por el recuerdo de todo lo que hubo alrededor de la película”, ha indicado.
Por su parte, Gonzalo Miró ha destacado la “mezcla importante de sentimientos” que supone este documental para él al revivir la figura de su madre tanto tiempo después, lo que, según ha dicho, le ha hecho darse cuenta de lo que significó una parte de su obra.
“Una película que creo que influyo mucho en la transición de este país y un documental que trata sobre todo el proceso que sufrió aquella película para poder ser estrenada”, ha contado.
Para Miró, el documental también explica una pequeña parte de la historia de España y “quizá ayude a entender por qué hoy nuestro país es como es” ya que “narra y ejemplifica muy bien una parte de aquella transición y las carencias que tuvo".
“A nivel personal, hace cuarenta años de la película y seguimos hablando de ella. Hace 22 años ya desde el fallecimiento de mi madre y tengo el inmenso honor de seguir recogiendo premios en su nombre. Se juntan una serie de sentimientos que son todos muy bonitos”, ha subrayado.
"RECOMPENSA"
“Para mí es una gran recompensa que después de cuarenta años nos hagan ver que la película sigue viva y sigue siendo reconocida”, ha señalado por su parte Sol Carnicero, productora de El crimen de Cuenca.
Para esta profesional, “gracias” a Matellano ha podido ver la película de una manera diferente, “mucho más lineal y mucho más objetiva” que hace cuatro décadas, cuando no era consciente de muchas cosas.
“Por eso, creo que ahora mismo hay que ver juntas la película y el documental”, ha concluido.