Son las doce y media de la mañana, y los cinco alumnos que componen el aula del Colegio Rural Agrupado El Quijote de Castillo de Garcimuñoz ya están preparados para una visita muy especial. Se trata del bibliobús, que una vez al mes llega a la localidad para alegría de todos, puesto que si no tuvieran este servicio, sería muy complicado tener libros en la escuela que complementen la enseñanza.
Bien lo sabe Ruth Alcarria, maestra del aula, quien destaca la gran labor del bibliobús en el pueblo ya no solo para ofrecer ocio en forma de lectura a los vecinos y niños de la localidad, sino para complementar la biblioteca del aula. “Es verdad que la nuestra es muy grande, pero aquí nos traen libros que son más actuales y de las temáticas que estamos trabajando en ese momento”, destaca.
Por ejemplo, para el Día del Libro pudieron coger todos los libros clásicos de literatura infantil para una serie de actividades que llevaron a cabo, y ahora acaban de devolver otros de temática histórica porque ha sido el último tema que han dado en la recta final del curso.
“Gracias al bibliobús se puede adaptar la lectura de los chicos y chicas al temario que se da”, sostiene la docente. Pero es que, la labor de esta biblioteca sobre ruedas va mucho más allá. Hugo y Valentina son dos niños del colegio. Le gusta ver esta biblioteca sobre ruedas aparcada cada mes frente a su colegio, puesto que permite que los últimos minutos de clase estén fuera del aula disfrutando de la cultura.
Pueden llevarse cada mes hasta cinco libros, y como lectores que son, les gusta llevarse a su casa y al colegio sobre todo comics, como es el caso de Hugo. Pero además, gracias al bibliobús, tanto Valentina como su compañero Lyam han ganado el concurso de marcapáginas organizado cada año. La primera se ha llevado el tercer premio en la categoría de 1º a 3º de primaria con una representación de Los Tres Cerditos, mientras que el segundo también tiene una tercera clasificación en la modalidad de 4º a 6º de primaria con un dibujo sobre el Capitán Calzoncillos.
“Nos alegramos mucho cuando nos dijeron que fuimos los ganadores, y estamos contentos porque ahora nuestros marcapáginas van a estar por todos los pueblos gracias al bibliobús”, destacan.
Durante 2023 los bibliobuses prestaron 16.532 documentos a sus usuarios, 109 con el servicio ‘Pide & recibe’Pero los bibliobuses no solo dan servicio a los escolares de cada municipio. Cualquier persona que quiera también puede hacerse usuaria del mismo. Es lo que ocurre con Marimar Huerta que ahora, gracias a este servicio, se ha enganchando a la lectura. “No era habitual en mí ponerme con un libro, y nunca me ha gustado, pero una mañana pasé y ahora acudo puntual a la cita mensual”, subraya.
Y es que, algo que admira de este servicio es la variedad de libros que hay, así como las facilidades para devolver un ejemplar si el día que va de visita no puede bajar. “Viene muy bien porque en pueblos pequeños como este no tenemos biblioteca”, resalta.
Porque mantener una en localidades que apenas llegan a los 150 vecinos, puede resultar algo inviable. Lo asegura Justo López, alcalde de Castillo de Garcimuñoz, quien ve de forma “excelente” este bibliobús. Sus vecinos, señala, están muy contentos por ver cómo cada mes la localidad se llena de cultura durante unas horas, con un servicio que es disfrutado tanto por pequeños como mayores.
“Sin libros y sin cultura no hay futuro”, resalta el regidor, quien muestra su deseo de que esta biblioteca sobre ruedas pase más días al mes dada la satisfacción que le produce ver a niños y adultos con sus libros debajo del brazo. Por eso, no duda en asegurar que el bibliobús es la mejor herramienta para fomentar el amor por los libros entre sus vecinos.
TRABAJO GRATIFICANTE
Aunque también existe el amor hacia tu trabajo. Es el caso de Arancha Ruiz, una de las bibliotecarias del bibliobús en la provincia de Cuenca. Estuvo primero ocho años en este servicio, y luego cambió durante una temporada su puesto a la biblioteca pública Fermín Caballero de la capital. Tal era la añoranza que sentía, que se reincorporó a la biblioteca itinerante, sumando ya diez años de viajes continuos llevando la cultura por cada rincón de la provincia.
“Conoces tan de cerca a la gente de los pueblos que acaban siendo de tu familia”, explica Arancha, quien no duda en resaltar lo gratificante y satisfactorio que es su trabajo.
Y es que, cuando llega a muchos de los pueblos, si hay escolares la tratan como si fuera otra maestra más, y con las personas más mayores, a veces se llega a sentir como una psicóloga por ese vínculo que se crea porque se dan ocasiones donde la bibliotecaria está más en contacto con esas personas que su familia.
Según detalla la coordinadora de Cultura de la Delegación Provincial de la Junta en Cuenca, Yolanda Rozalén, los dos bibliobuses de la provincia llegan a 23 colegios públicos y uno de educación especial. También a 103 municipios con unos 17.000 habitantes en total, aunque esa cifra no para de aumentar porque hace escasas fechas, Pajarón ha solicitado parada del autobús más cultural que existe.
Durante el último año se han registrado 4.324 usuarios, la mayoría infantiles y mujeres, y que reciben el servicio del bibliobús en alguna de las 37 rutas que se realizan de lunes a jueves. Las visitas a los pueblos es una al mes, pero aún así se logró durante 2023 prestar 16.532 documentos.
La red de bibliobuses, al igual que la de bibliotecas, también llevan a cabo sus actividades de animación a la lectura con cuentacuentos, concursos como el de marcapáginas y clubes de lectura. De hecho, en la provincia hay seis clubes que dependen del bibliobús en Henarejos, Boniches, Vellisca, Paracuellos, Beteta y Torrejoncillo del Rey, que en conjunto están compuestos por 70 lectores.
Al mismo tiempo, desde el verano de 2023 hay una revista trimestral llamada CUBUS, abierta a todos los usuarios de la biblioteca sobre ruedas y que se encarga de difundir la riqueza cultural, natural, etnográfica y humana que atesoran los pequeños municipios que visitan.
Si no estuviera disponible el ejemplar que el usuario quiere, también está el servicio ‘Pide & recibe’. Aquí, la red de bibliotecas de Castilla-La Mancha busca el libro en cuestión, y a través de Correos se lo hace llegar a la dirección que indique. Durante 2023, se prestaron 109 documentos a 55 usuarios con esta modalidad.
“Gracias al bibliobús he cogido el hábito de lectura a mis 62 años”
El bibliobús de la provincia de Cuenca ha logrado que muchos usuarios que rara vez habían cogido un libro, consigan adquirir un hábito lector. Es el caso de Paco Escribano, que a sus 62 años, lleva uno enganchado a los libros. Él estaba acostumbrado a estar todo el día con el móvil y la televisión, pero un día subió a la biblioteca sobre ruedas y le aconsejaron leer La Catedral del Mar. “No había leído nunca, y lloré mucho con la historia”, recuerda.
Por eso, en ese momento se sacó su carné y ahora es uno de los 78 usuarios que hay en Castillo de Garcimuñoz. “Ahora, cuando nos dicen en el grupo de WhatsApp que viene el autobús, ya estoy preparado para ver qué novedades tienen y continuar leyendo”.
Además, está en constante relación con la bibliotecaria, y cuando quiere leer algún libro que no tienen en ese momento, en el próximo viaje intentar llevárselo porque gracias a la red de bibliotecas de Castilla-La Mancha, se puede conseguir cualquier obra.
