La música y el baile son los instrumentos que utilizan en su día a día en Bailando la vida para hacer frente a los momentos complicados. Por ello, Charo Rodríguez, artífice de este proyecto, ha animado a sus alumnas a coger esas mismas ‘armas’ para grabar un vídeo con la ya mítica canción de Resistiré para rendir homenaje a las personas que nos han dejado por el camino debido a la Covid-19 y para apoyar a los que están poniendo en riesgo su salud para atender a los demás y a los que están luchando con todas sus fuerzas para seguir adelante.
“No somos una escuela de baile normal”, recuerda Charo – que lleva dos décadas dirigiendo la Escuela Municipal de Baile de Cuenca- de Bailando la vida, que nació en 2018 con el objetivo de ayudar a personas que atraviesan momentos difíciles y por el que han pasado alumnas afectadas, por ejemplo, de cáncer de mama.
“Pensé en hacer algo para estos momentos tan complicados pero no quería algo frívolo”, hace hincapié. Al principio se decidió por la canción de Quédate en casa pero conforme la Covid-19 fue golpeando de lleno al propio grupo, optó finalmente por un tema cuyo mensaje fuera más allá, decantándose por Resistiré. “Mi hermano estuvo ingresado muy enfermo, hay compañeras que han perdido a familiares...”, lamenta. Y también aparecen en el vídeo personas convalecientes por la enfermedad y personal sanitario y de supermercados que están trabajando en primera línea. “Cada uno tiene su propia historia personal de superación”, subraya.
Junto a Charo, en el vídeo aparecen unas cincuenta personas: cuarenta alumnas, algunas de ellas acompañadas por sus hijos o por sus parejas. “La respuesta ha sido lo más bonito. Es una labor muy emocionante”, recalca. De hecho, lamenta que ha habido gente que se ha quedado fuera y no ha podido participar. “Y me da pena también que ha habido que recortar a los que salen”, matiza.
Charo también aparece en el vídeo aunque sin poder bailar porque todavía se está recuperando de una fractura de peroné que sufrió a principios de año y que le obligó a iniciar el confinamiento mucho antes que al resto. “Ha sido un año complicado”, reconoce, explicando que para algunas de sus clases ha tenido sustituto pero para otras, han sido las propias alumnas las que se han autogestionado. “Ahora están todavía más unidas”, recalca.
En cuanto a las clases en este confinamiento, Charo cuenta que algunos de sus compañeros están ofreciendo formación online pero ella no puede porque todavía está en proceso de rehabilitación.
Por eso, este vídeo ha sido también una manera simbólica de volverse a juntar todos aunque sea desde sus casas y recordar a la sociedad que el baile puede ser una gran terapia para afrontar los problemas y llevar mejor la cuarentena. En este sentido optimista, la responsable cuenta que la canción de Resistiré ya la habían trabajado antes en la escuela porque el enfoque de la música que eligen es siempre positivo para ‘bailar la vida’.