Uclés, el cine, la televisión y la publicidad vienen compartiendo camino desde hace más de medio siglo, con el conocido como Escorial de La Mancha como principal baluarte. Y es que la primera película que se rodó en el Monasterio de Uclés fue América Rugiente, dirigida por Alfio Caltabiano y protagonizada por George Eastman, y eso se produjo a finales de la década de los setenta. Desde entonces, decenas han sido las producciones audiovisuales que han visto en Uclés el lugar perfecto para rodar.
De ahí que el Ayuntamiento ucleseño siempre haya tenido una especial afinidad y debilidad por el séptimo arte, ante todo, por ver en él una perfecta herramienta de promoción no solo nacional, sino también internacional. Y, de hecho, según detalla la concejala de Cultura y Turismo, Ana María Gálvez, el municipio cuenta, desde los años 80, con una ordenanza reguladora del uso de dominio público de los rodajes de cine y televisión, que con el tiempo se ha ido ampliando y se ha convertido en la actual ordenanza reguladora de espacios públicos.
Algo que deja patente, a su juicio, esa estrecha relación y el interés del Consistorio por fomentar Uclés como espacio cinematográfico. No en vano, además de estar en contacto durante los últimos años con la Film Commission de Castilla-La Mancha, muchas han sido las ediciones de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR) a la que han acudido para promocionarse como destino de turismo de cine; sin olvidar, tal y como recalca la edil, el hecho de que uno de los proyectos de futuro de este Ayuntamiento sea el diseño de una ruta del cine, que recorra los distintos escenarios que han albergado todo tipo de rodajes, tanto de películas como de series de televisión, documentales o, incluso, spots publicitarios.
Y es que, en opinión de Gálvez, un pueblo como Uclés reúne los condicionantes básicos para ser un buen escenario cinematográfico, sobre todo, por las muchas facilidades que se le dan a las productoras a la hora del rodaje, como por ejemplo la rapidez en la concesión de los permisos para trabajar en espacios públicos, el estacionamiento prolongado de los vehículos pesados en la calle o, como hicieron con la película Alatriste (2005), dándole apoyo logístico y llevándoles una tubería de agua hasta el lugar de rodaje a las afueras del pueblo.
Si bien la concejala de Cultura y Turismo echa de menos que las productoras incluyan el pueblo de Uclés en los créditos como escenario de rodaje. “Son pocas las que lo hacen y algunas de éstas llegan a poner Cuenca, en vez de Uclés”, algo que debería cambiar, porque “una película es una pantalla al mundo”, aunque reconoce que su rodaje no tiene una repercusión económica directa en el pueblo, porque “vienen con su propio catering y, además, al estar cerca de Madrid, actores y técnicos suelen ir y venir en el mismo día”, indica.
Aun así, confían en que Uclés continúe siendo un plató destacado, como ha sido hasta ahora, con el rodaje de películas como Los Tres Mosqueteros (1973), La Última Bandera (1977), El Rey Pasmado (1991), El Puente de San Luis Rey (2004) o La Daga de Rasputín (2011); de series de televisión, como Los Misterios de Laura, El Ministerio del Tiempo, Águila Roja o Libertad (2019), con la cantante Bebe como protagonista y aún sin estrenar; de documentales, como Los Archivos Secretos de la Inquisición; y de spot, como el de Águila Amstel (1999), el de la Fundación Reina Sofía para una campaña del alzheimer (2017) o el de Aquarius (2012).
