El arte, como la literatura, la música o el cine, ha sido históricamente un soporte fundamental para dar una determinada visión, o visiones, de la sociedad. Y, también, para criticarla. “La poesía es un arma cargada de futuro”, dice el conocido verso de Gabriel Celaya. Y aunque con el paso de los años ha quedado demostrado que un género tan minoritario como la poesía, de arma, en realidad, tiene bien poco, todo suma. Ahí está, por ejemplo, la denuncia del terror que ocasionan las guerras del ‘Guernica’, la lucha contra el franquismo de canciones como ‘Al vent’ y ‘L’estaca’, las consecuencias del desempleo que refleja la película ‘Los lunes al sol’ o las de la burbuja inmobiliaria que recoge la novela ‘En la orilla’.
Ahora, una treintena de alumnos de tercero de Bellas Artes que cursan la asignatura ‘Prácticas artísticas en la esfera pública’, que imparte Ana Navarrete, han juntado su talento en una de las salas de exposiciones del edificio Antonio Saura de la Facultad para ofrecer una visión, mayormente crítica, de la sociedad actual, conquense y española, a través de una serie de obras en las que caben todo tipo de soportes (pinturas, fotografías, collages, audiovisuales, paneles informativos) y multitud de temas (el medio ambiente, el maltrato a los animales, la diversidad sexual, los efectos de la publicidad, el cáncer de mama o la falta de libertad).
‘Prácticas-Críticas’ es el nombre de esta que incluye siete proyectos colectivos realizados entre octubre de 2017 y el pasado mes de abril con la que pretenden, según sus propios autores, “dejar huella en la sociedad conquense ante los problemas que les atañen en el día a día” y que no siempre tienen la visibilidad que se merecen.
El barrio de San Antón, protagonista de un trabajo que resalta sus virtudesA destacar, por ejemplo, el inrés del grupo Teatro Mágico por adentrarse en el barrio de San Antón con la propuesta ‘Puertas abiertas S.A.’, con la que tratan de resaltar la buena convivencia que según ellos mismos han podido comprobar existe en un bonito pero arrinconado barrio que sigue arrastrando la fama de conflictivo.
“Muchos de nosotros llevamos unos años viviendo en San Antón y, en verdad, es como un pueblecito, con unos valores y un estilo a la hora de convivir que merece la pena conocer y que la gente lo visite. En nuestro trabajo mostramos la visión de la gente de allí de toda la vida y recopilamos otros proyectos artísticos anteriores al nuestro: las rutas, los miradores, los grafitis… Es un barrio con bastante cultura y, como dice el título de nuestra obra, con las puertas abiertas para que la gente se anime a conocerlo”, señala Iván Cuevas.
La problemática medioambiental que sufre la capital, con un abuso del coche que produce una contaminación tanto atmosférica como acústica exagerada para el tamaño que tiene la ciudad (“los coches llegan a duplicar a la población”) es analizada por el colectivo El Entrometido, dos de cuyas componentes, Celia Cabanillas y Luisa Bufón, reconocen que Cuenca es una capital de provincia “limpia en comparación con grandes urbes como Madrid”, pero donde todavía hay muchas cosas “por revisar”.
Ponen su foco, también, en la suciedad que acumulan las orillas del río Júcar y en el riesgo que podría tener para la provincia la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas, para lo que han contado con la colaboración de la asociación contra el cementerio nuclear.
El objetivo de su obra, cuentan, es “que nuestros vecinos sean conscientes de su responsabilidad cívica y se involucren”.
PLURALIDAD SEXUAL
La opinión y el desconocimiento existente en la sociedad conquense en torno a la diversidad sexual es el tema analizado por el colectivo Fünf en ‘No te quedes colgado’, a cuyos componentes les movió constatar “que en Cuenca falta información y asociaciones sobre el colectivo LGTBI”, en palabras de Elena Balado. “Hicimos una serie de entrevistas y notamos que falta conocimiento sobre algunos términos y lo que les rodea. Sobre todo entre la gente mayor pero, también, entre los jóvenes. Y que sigue habiendo prejuicios: a una señora le preguntamos si su hijo era heterosexual y nos respondió ‘¡uy, sí, si no que desgracia sería!’
MALTRATO ANIMAL
Del maltrato a los animales se ocupa el colectivo Taka Me Home, que ha viajado a un albergue de animales de La Rioja que gestiona una protectora sin ánimo de lucro para conocer de primera mano su labor desinteresada para con los perros, gatos y otros animales. “Hicimos fotos y grabamos un vídeo y hemos elaborado material, como llaveros o portapapeles, que vendemos para recaudar dinero para este colectivo”, cuenta Ana Rosa Jiménez, que no oculta su malestar por el “abandono y el maltratado” al que son sometidos no pocos animales en el mundo.
Y explica que si viajaron a La Rioja para hacer este trabajo fue porque “en Cuenca las protectoras nos cerraron la puerta y no quisieron dejarnos entrar, asegurándonos que no nos podían atender porque no tienen gente. La Diputación tampoco nos dio opción a ir. Nos tememos que esto se deba a que el albergue sea una perrera donde se deshacen de los animales en vez de salvarlos como hacen en La Rioja”.
Vigilancia
El colectivo Las Sobras advierte por su parte en ‘Panóptico’ de la “vigilancia masiva” a la que estamos sometidos todos los individuos en esta sociedad. No solo a través de las cámaras instaladas en distintas vías públicas y edificios, sino, incluso, de la arquitectura de determinados inmuebles. “El edificio de nuestra Facultad permite la vigilancia masiva, porque desde su centro se pueden vigilar sus tres pisos”, advierte Erick Cunalata.
Y también hacen referencia a la consabida usurpación de datos a través de internet. “Esto es algo de lo que la gente sí es muy consciente, pero que está ahí”.
El grupo ARME se adentra por su parte en el vídeo ‘Explora’ en la enfermedad del cáncer de mama en colaboración con la asociación Acepain, de Albacete, advirtiendo de que esta no solo la sufren las mujeres, sino, también, y aunque en menor medida, los hombres. “Explicamos en plan tutorial que la gente sepa cómo hacerse una autoexploración”.
A estos proyectos hay que sumar ‘La patrañal’, una acción crítica en contra de la asociación de caza, pesca y tiro de Cuenca, y ‘Patologías críticas’, donde se arremete contra la manipulación de la información a través de los medios de comunicación por medio de “una serie de carteles falsos que cuentan verdades ocultas en los originales”.
¿SIRVE DE ALGO EL ARTE?
Que el arte sirva para concienciar a la sociedad sobre estos y otros problemas es algo que los alumnos participantes en ‘Prácticas críticas’ consideran más que posible, aunque no siempre se produzca el resultado deseado.
“Para nosotros es una de las armas más fáciles de utilizar a la hora de crear un impacto. Porque en el arte todo vale: no tenemos esa censura de medios como la prensa o la política sin que por ello seamos unos irrespetuosos. Lo que queremos es dar un toque de atención”, señala Juan Manuel Garcés.
“El arte no tiene por qué estar arraigado en la crítica pero es un gran medio que podemos utilizar para criticar. Al ser jóvenes, no estamos acostumbrados a lo que la gente con cierta edad sí está acostumbrada, de ahí que nuestra labor sea reivindicar las cosas que nuestros padres y abuelos no hicieron, igual que estos hicieron sus reivindicaciones en su época con respecto a sus padres y abuelos”, concluye Cunalata.