Pese a la gran incertidumbre y lo complicado de la situación, la VII edición de Conka Street, el festival de artes de calle conquense echó a rodar este jueves con una programación reducida y adaptada a la ‘nueva normalidad’. ‘Dijimos que resistiríamos a la pandemia ¡y ya estamos aquí!’ podía leerse en su anuncio de programación que contempla hasta el próximo domingo 23 de agosto con un total de 6 actuaciones: una de danza-teatro, otra de magia, dos de teatro-circo y otras dos de teatro calle. A esto se añade una producción propia de un concierto de campanas de homenaje a los trabajadores de la Sanidad, con dos pases el sábado a las diez de la mañana y a las ocho de la tarde.
“Si ya de por sí estas iniciativas artísticas cuentan con el hándicap de tener que organizar algo coordinando a muchas personas y concretar hasta el más mínimo detalle, con el añadido de la pandemia ha sido más difícil aún el poder hacer realidad esta quinta edición de Conka Street”, declara Rafael Gascón, impulsor del festival.
Y es que además del sinuoso laberinto burocrático a través de las administraciones, la propuesta de artes de calle ha tenido que ajustarse a la normativa de seguridad. “Se nos ha duplicado el trabajo prácticamente. Además de organizar los espectáculos, coordinarse con los técnicos, averiguar qué servicios hacen falta en cada momento y las instalaciones y espacios, hemos tenido que elaborar planes de contingencia, normativa de seguridad y protocolos para así poder llevar a cabo los espectáculos con seguridad”, comenta Gascón que espera que la gente sepa agradecer el esfuerzo de la iniciativa apoyando a la misma.
“Los espectáculos de esta edición están pensados para ser disfrutados con viveza y seguridad”, no obstante, desde la organización del evento señalan que “todos debemos de poner de nuestra parte”. Medidas como la limitación del aforo, el uso en todo momento de la mascarilla, mantener la distancia fuera del grupo familiar y extremar las medidas higiénicas serán pasos indispensables para poder disfrutar y evadirse con los espectáculos callejeros que aguardan hasta el domingo.
"La cultura nos necesita, no podemos dejarnos vencer por el miedo”
PROGRAMACIÓN
Tras la actuación abierta de este jueves de ‘Diosas en la Tierra’, una danza-teatro por parte del grupo ‘Cia-Spirax’, Conka Street dispone este viernes del teatro-circo del alcarreño Hugo Miró (20:30 horas), para continuar con el Mago Albert y su espectáculo ‘Habrá...Cadabra?’.
El sábado, además del doble pase de la ‘Elegía sonora por una pandemia’, estarán el actor Yeyo Guerrero con ‘The Surfer’ que transportará a los presentes a la orilla del mar sin salir de la ciudad”, y “The Legend” con el Gran Dimitri, con una función en la que las carcajadas estarán aseguradas.
El punto final lo pondrá la representación del domingo con ‘El viaje de Bowa’ con el teatro-circense de La Gata Japonesa a partir de las 20:30 horas. Todas las actuaciones se celebrarán en el atrio del Teatro-Auditorio de Cuenca y se podrán acceder mediante la compra de entradas a precios populares a través de la plataforma de Entradium o la web ‘www.conkastreet.com’.
Una programación reducida, pero intensa, donde el sentimiento estará presente para evadirnos de la difícil situación que vivimos actualmente. “Es entendible el nerviosismo del día a día, una incertidumbre que es compartida. Pero nosotros creemos en la cultura y en el trabajo de los creadores de cultura. La sociedad se nutre de nuestra labor y aunque sea complicado, no podemos quedarnos sin hacer nada, cancelar y morirnos de tristeza. Tenemos que apoyar el trabajo cultural”, explica Rafael que admite que tuvo dudas de echar a rodar el festival, pero las peticiones de familias y con el fin de “evitar que la ciudad siga dando esa impresión de que se muere, uno se pone cabezón y no se deja vencer por el miedo y el desánimo”.
Además, Gascón destaca el homenaje a los sanitarios con esa elegía fruto de “cuatro meses de encierro en los que da mucho para pensar. De esta forma retomamos una tradición que era la de hacer voltear las campanas cuando había algo importante que señalar, por eso vamos a intentar que, siempre con la seguridad por delante, el sonido de agradecimiento inunde todo el entorno urbano”.
Así, el entretenimiento se abre paso como un alivio entre tanto ruido, confusión e incógnita. Una evasión que siempre ha estado ahí, haciéndonos reír, llorar y emocionarnos y ahora, quizás más que nunca, necesita que la sociedad le devuelva ese favor.
