"Agradecida y poderosa”. Así se siente Olga Huerta (Puebla del Salvador, Cuenca, 1985) tras haber superado un cáncer metastásico con un mal pronóstico en 2017 y un trastorno de conducta alimentaria que sufrió durante años. Y así ha titulado su primer libro, en el que cuenta una dura experiencia que la transformó totalmente y con la que pretende ayudar a otras personas.
En Agradecida y poderosa, autopublicado con la Editorial SoldeSol y que se lanzó a finales de febrero de 2021, la autora narra cómo, a raíz de la enfermedad, cuyos síntomas confundió en un principio con el trastorno alimentario, decidió dar un giro radical a su vida: “La experiencia me ha transformado mental, física y hasta profesionalmente”.
La idea del libro comenzó a fraguarse cuando logró revertir el cáncer que le diagnosticaron a finales de 2016 y con un pronóstico poco esperanzador. A pesar del impacto que le supuso la noticia, Huerta optó por coger las riendas de su salud y enfocar toda su energía en conseguir su único objetivo: sanarse. “Con el cáncer, me hizo un clic en la cabeza”, relata, precisando que, de forma paralela al tratamiento médico, se centró en cuidar cuerpo y mente. “Seguí un plan holístico. Descubrí mucho sobre alimentación, ejercicio físico, meditación, salud mental, visualización creativa...”, cuenta.
Y en apenas unos meses, el cáncer desapareció contra todo pronóstico. “Fue una sorpresa para todos y para mí misma”, admite. Para la autora, la parte más importante de su transformación fue la mental. “Logré despojarme de culpas”, indica Huerta, que recuerda que había sufrido bulimia.
Y “agradecida” por haber superado la enfermedad, también se sintió “poderosa” por su proceso de desarrollo personal, por lo que decidió compartir con otras personas su conocimiento y las herramientas de las que se sirvió para su transformación aunque, no obstante, quiere dejar claro que este plan de autocuidado no sustituye en ningún caso al imprescindible tratamiento médico que siguió.
Y en 2018 se animó a crear un perfil anónimo en Instagram en el que fue compartiendo herramientas de crecimiento. Así fue creando una comunidad que conecta “muy bien” con su forma de pensar y no dio a conocer su identidad hasta que lanzó este libro de autoayuda, que comenzó a escribir en 2019 y terminó en 2020. Huerta aprovechó el confinamiento para trazar el plan de promoción de su libro y diseñar su web. “Lo estoy gestionando todo yo. Esto me ha cambiado”, sostiene.
“Cuando nos ocurre algo así, nos centramos en la enfermedad pero deberíamos enfocarnos más en experiencias como la mía”En el libro, habla de treinta “indispensables” que pueden ayudar en ese camino de transformación, de los que destaca especialmente tres: el ejercicio físico, el autoconocimiento y la meditación. “Cuando aprendemos quiénes somos, se nos abre todo un mundo de posibilidades”, subraya la autora, graduada en Turismo, con un Posgrado en Marketing y Comunicación de Destinos Turísticos y un Máster en Gestión de Sistemas de Calidad, y más de diez años de experiencia en el sector turístico,
“Cuando agradecemos lo que tenemos y vibramos en el agradecimiento en lugar de en el odio, recibimos más cosas”, asegura. Y en su caso, en ese viaje personal de “gratitud” por haber revertido su enfermedad, Huerta también ha obtenido una recompensa de vuelta ya que otras personas han compartido con ella historias similares a la suya. “Cuando nos ocurre algo así, nos centramos en la enfermedad pero deberíamos enfocarnos más en experiencias de este tipo”, apunta.
Huerta ya está pensando en su próximo reto. “Escribiendo el libro, me surgieron ideas para otros. El segundo lo quiero centrar en alimentación aunque no solo en este aspecto”, explica. Y es que su objetivo es también ayudar a descubrir su potencial a las personas, a las que anima a compartir sus experiencias inspiradoras bajo la etiqueta: #tupoderosahistoria.