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En enero se iniciarán pruebas de ADN a vecinos en busca de descendientes de Noheda

Entre otros hallazgos, las últimas excavaciones han sacado a la luz monedas en el desagüe del balneum que permiten fechar la finalización de uso de este espacio
Fotos: Paula Montero
13/11/2024 - Paula Montero

Analizar el ADN de la población de La Alcarria y parte de La Serranía para identificar a los descendientes directos de aquellos pobladores que habitaron la Villa Romana de Noheda. Esta es la próxima acción que el equipo de arqueólogos e investigadores que trabajan en el yacimiento llevarán a cabo a partir del mes de enero entre los vecinos de la zona de Villar de Domingo García y pueblos aledaños, tal y como ha avanzado Miguel Ángel Valero, director arqueológico. Concretamente, ha animado a participar en el estudio estudio a aquellos vecinos y vecinas que “se apelliden Arribas o Ballesteros, así como otros apellidos tradicionales de la zona”.

Esto permitirá hacer una recomposición filogenética de nuestro origen comparando las muestras recogidas de los vecinos con el material genético de los nueve cuerpos que fueron enterrados en el salón cruciforme, que ya han sido recuperados y estudiados por los arqueólogos. “Las últimas analíticas nos han permitido comprobar enfermedades pulmonares e incluso parásitos ya que de los fluidos que se encuentran en el coxis al descomponerse el cuerpo podemos sacar toda esta información e incluso podemos averiguar la línea filogenética”, ha explicado Valero.

 

Esos nueve cuerpos que fueron inhumados de la pequeña necrópolis localizada en el salón cruciforme de la Villa Romana se encontraron agrupados en cuatro tumbas, lo que indica que los pobladores hicieron reducciones de restos y agruparon los huesos. “Esas tumbas se abrieron y cerraron varias veces”, ha señalado Miguel Ángel Valero. En este sentido, es necesario recordar que son posteriores a la época romana ya que Noheda fue ocupada tras la decadencia del Imperio Romano que obligó al dominus (señor) a abandonar la villa.

También en el salón cruciforme, que mide 960 metros cuadrados, ha aparecido un pie de una estatua de bronce. Un hallazgo importantísimo ya que es la segunda pieza de bronce que aparece en la provincia y de las poquísimas de las que se tiene constancia a nivel nacional. Y es que, es difícil encontrarlas puesto que estas esculturas se fundían y se reutilizaban dado su alto valor.

Concretamente, este pie fue encontrado por los arqueólogos entre los restos de los muros. “El salón cruciforme tuvo uso entre el siglo III y mediados del IV, después colapsó y eso nos ha permitido tener una cápsula del tiempo”, ha señalado Valero. Ese fragmento de bronce, gracias a un convenio del Museo Arqueológico de Cuenca con el Servicio de Arqueología del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPC) va a ser objeto de estudio dada la relevancia del hallazgo. Si bien, a pesar de que las campañas de excavación son continuas apenas se ha excavado un 10% de esta estancia. Eso sí, los arqueólogos tienen la mirada puesta en este salón ya que “tiene una estratigrafía conservada de casi 2,5 metros”, es decir, las paredes están intactas, aunque excavarlas “llevará tiempo”.

También se ha identificado en este salón cruciforme la huella de un pie romano en la que se pueden reconocer las tachuelas de una sandalia en uno de los ladrillos. Además, se ha descubierto que la construcción está hecha a partir de la técnica opus vittatum, que hacía cuadrar bloques de piedras con hileras de ladrillo.  

BALNEUM

El complejo del balenum (termas) de la Villa Romana de Noheda está dividido en varias salas. Se ha identificado un apodyterium (vestuario), frigidarium (piscina que cubre hasta el hombro), tepidarium (baños tibios) y caldarium (baños calientes) que estaban decorados “con mármoles ornamentales de absoluta delicadeza”, ha subrayado Miguel Ángel Valero. Concretamente, estas estancais estaban decoradas con figuras antropomorfas (humanas), zoomorfas (animales) y fitomorfas (vegetales) elaboradas a partir de 29 tipos de mármol que ya han sido identificados. Un descubrimiento que pone nuevamente de manifiesto la importancia que tenía el dominus de la villa. “Durante el siglo III e inicio del IV el mar Mediterráneo estaba atestado de piratas y era complicadísimo traer el mármol”, ha contado Valero.

Si bien, lo más relevante que han encontrado en el balneum son seis monedas que han aparecido en la cloaca o desagüe de aguas limpias procedentes de las dos piscinas –una cubierta y otra no–. Monedas que han permitido fechar la finalización de uso de este espacio.

Por otro lado, en esa canalización interior, que se encuentra en un estado óptimo de conservación, también se identificó una inscripción sobre el momento en el que se construyó por lo que “es una absoluta novedad que tengamos el momento inicial y final del balneum”, ha resaltado Valero.

Y por si fuera poco, también se han recogido las cuentas de un collar de pasta vítrea (de vídreo), algunas de ellas procedentes de Egipto. “Una vez más comprobamos la capacidad adquisitiva que tenía esta gente”.

OTROS HALLAZGOS

Por primera vez este año se ha hecho un estudio interpretativo mediante georadar en aquellos puntos no se habían hecho excavaciones arqueológicas en estos casi 15 años de investigación. Y a través de esta técnica los arqueólogos han empezado a comprender cómo era la vida en Villa Romana de Noheda durante el siglo IV d.C.

La villa en su conjunto abarca una superficie de 10 hectáreas y cuenta con el segundo salón triclinal (triclinium) más grande de todo el Imperio Romano cuyos cimientos están perfectamente conservados. En estas estructuras se han encontrado las marcas que hacían los canteros y para identificar la procedencia de la piedra los investigadores han buscado en un radio de 50 kilómetros cuadrados las canteras de donde podrían haber sido extraídas las piedras para construir la villa. Y las han encontrado, es más, han identificado las huellas de los sillares que aún están patentes.

Además, se han encontrado los sillares que formaban parte de los arcos y también el mortero que los unía lo que ha permitido a los expertos recomponer morfológicamente estas estructuras.

Ahora, se van a centrar en localizar las posibles canteras de yeso de las que se nutrían, así como en identificar la procedencia de los mármoles que conformaban el zócalo de la parte baja del salón triclinar. “Sabemos que los pobladores que habitaron Noheda en el siglo V después de su decadencia vendieron gran parte de los mármoles, pero el 30% que se les rompieron los dejaron allí”, ha señalado Valero. Y la mayoría de estos mármoles son procedentes de Portugal. Concretamente, se tiene constancia de 576 fragmentos y su estado de conservación es muy bueno. Esto a permitido, por primera vez, constatar y documentar que los pobladores del siglo V machacan tanto las esculturas como los revestimientos de mármol para venderlos a modo de “economía auxiliar”.