Amparo Llanos: “Creo que cuando canto soy más yo que nunca”
New Day es el nombre del nuevo grupo de la que fuera guitarrista de Dover, Amparo Llanos. Tras la disolución, en 2015, de la banda que junto a su hermana Cristina fundó a mediados de los noventa, Amparo no quiso quedarse de brazos cruzados y decidió juntarse con Samuel Titos (bajista, también ex de Dover) y Jota Armijos (batería, ex de Fuckaine), y entre canciones compuestas cuando todavía Dover estaba en activo y otras nuevas el pasado 24 de marzo lanzaron su primer disco, ‘Sunrise’, en el que Amparo da un paso más al ser, además de guitarrista y compositora, la vocalista del grupo. Este sábado 25 se podrá escuchar su directo en un concierto de entrada gratuita programado a las 22:00 horas en la Sala Samsara de la capital, frente a El Mirador.
‘Sunrise’ incluye canciones que parten del rock con algo del grunge que caracterizó a Dover en sus inicios pero también hay folk, góspel... Las canciones de ‘Sunrise’ son el reflejo del momento vital en el que yo estaba hace dos años, cuando empecé a componer; terminar en Dover y empezar un camino nuevo lleno de incertidumbres y de riesgo suponía ya un cambio grandísimo para mí y resultó ser muy inspirador; dejé salir músicas y canciones que a lo largo de los años me han gustado muchísimo y que llevaba dentro.
El título, ‘Sunrise’ invita al optimismo.
Yo creo muchísimo en la fuerza y en el empuje vital que todos tenemos y que te hace hacer cosas que ni siquiera sabías que podías hacer. Yo la he usado varias veces en mi vida, y ‘Sunrise’ es ese ponerse en marcha sin saber qué pasará mañana.
¿Cómo afrontas pasar a ser la cantante de un grupo?
Cuando decidí que iba a cantar yo estas canciones me entró una emoción y un miedo tremendos. Al cabo de unos meses de trabajo duro sentía la misma o más ilusión y ningún miedo. Ahora creo que cuando canto, soy más yo que nunca. Es una sensación de conexión interior y de trascender que también he sentido muchas veces al componer. Suena místico pero no sé explicarlo de otro modo...
¿Cambia la forma de componer al saber que eres tú quien va a cantar esas canciones?
No lo sé... Lo he pensado varias veces y creo que sí, puede que sabiendo que lo voy a cantar yo sea más libre para dejar salir influencias y gustos muy personales. Aun así, Cris y yo estábamos muy compenetradas como compositoras y entonces no me costaba nada hacer una canción e imaginármela cantada por ella.
¿Qué tiene la música para motivarte a seguir?
Pues tiene que yo he venido al mundo para hacer música, lo tengo más claro que el agua desde los 11 años. En los momentos buenos, en los momentos difíciles, da igual, tengo que hacerlo porque es lo mío y así me hago a mí misma. Ya pararé cuando me muera.
Supongo que Cristina habrá escuchado las canciones de vuestro primer álbum. ¿Algo que os haya dicho sobre él?
Fue la primera persona que las escuchó. Dice que son todas maravillosas, sublimes, excelsas y que cada semana tiene una favorita nueva! A ver... ¿qué va a decir la pobre!? (ríe)
¿Cómo son los conciertos en vivo de esta gira? Entiendo que con mucha intensidad.
Nos lo estamos pasando genial y nos da la impresión de que la gente que está viniendo también.
Pero sin canciones de Dover...
No, por varias razones. La principal es que no nos apetece nada. Además nadie lo pide.
Este año se cumplen veinte años de ‘Devil came to me’ (1997), que marcó un antes y un después en la escena indie. ¿Cómo veis el panorama actual?
Como siempre, hay un montón de grupos y de artistas para todos los gustos y todos los públicos. Quizá hay otra vez mucha tendencia a cantar en castellano, como en los años ochenta.
¿Y cantar en castellano ahora no te lo planteas?
Nunca se sabe qué puede pasar en el futuro, doy fe de ello, pero cantar en inglés me está gustando mucho. Aun así escribir poemitas en español también me resulta muy atractivo.
También la industria ha cambiado: ya casi no se venden discos pero están las redes e internet. ¿Cómo lo ves?
Yo me adapto, como todo el mundo, al momento en el que vivo, pero, en general, cómo funciona la industria y todas esas cosas, me interesa cero y me aburre mogollón.