
La Catedral de Cuenca, uno de los iconos más emblemáticos de la ciudad y uno de los más visitados, reabría este jueves sus puertas a las visitas turísticas, dando por finalizado un periodo de inactividad de más de seis meses, más allá de la instalación el pasado 25 de abril de la exposición ‘Procesión 2021: Homenaje a la Semana Santa de España’. Reapertura turística a la que también se han sumado el Museo Diocesano y la iglesia de San Pedro.
Un total de 193 días de cierre que, como es lógico, han supuesto un revés importante a la situación económica de la seo. Y es que, tal y como subraya el capellán y director de la Catedral, Miguel Ángel Albares, con los ingresos de las visitas turísticas no solo se pagan los salarios de quince trabajadores, sino que, además, se hace frente a los gastos corrientes, como agua, luz, teléfono, videoseguridad, etc., así como a las obras de mantenimiento del templo y, como no, a la restauración de obras de arte. No es de extrañar, por lo tanto, que tilde de “muy importante” esta reapertura que pone fin a este dilatado parón, que, encima, según recalca, venía a rematar un año ya de por sí nefasto.
Y es que se pasó de un ejercicio 2019 “muy bueno”, con cerca de 129.000 visitas en total, a un año 2020 marcado por la pandemia y las restricciones sanitarias, que conllevaron que la Catedral se cerrara a visitas turísticas desde marzo a junio y desde octubre hasta ahora; es decir, solo estuvo abierta al turismo durante cinco meses, lo que trajo consigo que cerrara el ejercicio con menos del 40 por ciento de visitantes. “Un año bastante duro”, reconoce.
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El escenario actual, sin embargo, ha cambiado, y mucho, en especial tras el levantamiento del cierre primetral de la comunidad autónoma desde el pasado 9 de mayo. Algo que invita al también director del Museo Diocesano a ser optimista y apuntar unas buenas perspectivas de cara al verano. De hecho, no duda en hablar de que las expectativas iniciales son “muy buenas” y se espera, al menos, igualar las cifras del año pasado; eso sí, siempre y cuando, a su juicio, continúe el comportamiento responsable de los ciudadanos y la vacunación siga avanzando como hasta ahora. Y es que piensa que, al igual que en el verano de 2020, Cuenca va a ser destino de bastantes turistas, que, con la pandemia, van a volver a optar por el turismo de interior y poco masificado.
Tanto la Catedral como el Museo Diocesano y la iglesia de San Pedro han abierto este jueves con el horario de primavera; es decir, de manera ininterrumpida desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde, de lunes a domingo, salvo el sábado que se prolongará un hora más, hasta las 19:00. Unas visitas que estarán marcadas por el nuevo sistema de códigos QR, que se implantó en la Catedral por la pandemia y que ahora se ha hecho extensivo a los otros dos emplazamientos, facilitando en gran medida la información al visitante a lo largo del recorrido.