Clariná tras la madrugada santa. Miserere. Tambor de turbo, en el balcón, pero con el mismo amor. Cuenca está contigo Jesús. La turba aguarda. Lo hizo el año pasado, por la lluvia, y este lo hace por todos, en casa.
A cal y canto El Salvador en esta madrugada de Viernes Santo. Palafox calla pero la turba romperá el silencio como nunca al mediodía desde balcones y ventanas de toda Cuenca.
Tambor y clarín destemplado para el Jesús de las Seis; para el discípulo amado; para el recuerdo de la ausencia que dura ya dos años, pero también en memoria de las víctimas del coronavirus y en homenaje a todos los que están en la primera línea de batalla contra la COVID-19.
Es el hermoso gesto de las Turbas de Cuenca en este largo Viernes Santo de añoranza.
Para el recuerdo les dejamos el vídeo de la Procesión Camino del Calvario más cercana, la de 2018, un desfile más corto a causa de la lluvia. Con este ya sln tres años incompletos.