Todo está listo para que la capital conquense acoja el próximo 15 de junio la IV Concentración Vespa Club Cuenca, en la que está previsto que se den cita en torno a doscientas personas venidas no solo de distintos puntos de Castilla-La Mancha, sino también de lugares tan dispares del país como Alicante, Castellón o Murcia; concentración que, por cierto, cuenta con la colaboración de la Diputación de Cuenca.
El presidente de la Diputación provincial, Benjamín Prieto, recibió este viernes por la tarde en los jardines del Palacio Provincial a una representación del Vespa Club Cuenca, encabezada por su presidente, Julio Alberto Molero, con el fin de conocer al detalle esta edición que, según ha dicho, confía en que vuelva a ser todo un éxito.
Y es que, a juicio de Prieto, que ha estado acompañado del vicepresidente de la Diputación, Julián Huete, un evento de estas características, más allá de su carácter lúdico en torno a una moto icónica como es la Vespa, no deja de ser un acto promocional tanto de la capital como de la provincia, con el que los participantes llegan a conocer algunos de los principales atractivos tanto de la ciudad como de La Serranía.
No en vano, tal y como han explicado al presidente de la Diputación, los participantes de esta IV Concentración van a tener una primera toma de contacto con el Casco Antiguo de la ciudad el día de su llegada, el viernes, 14 de junio, desde donde, precisamente, partirá la ruta del día siguiente por La Serranía. Los doscientos participantes previstos saldrán de la Plaza Mayor, a partir de las 9 de la mañana, con destino a Buenache de la Sierra, continuando por la Fuente del Arenazo, la localidad de Uña y la Ciudad Encantada, para, posteriormente, regresar a la capital por el desfiladero de Valdecabras. En total, un recorrido de unos cien kilómetros que, según Molero, hace las delicias de los moteros participantes, que se quedan prendados no solo de la belleza de la parte antigua de la ciudad, sino, sobre todo, de los maravillosos paisajes de nuestra Serranía.
Una concentración que concluye con una comida de hermandad en el Hotel Cueva del Fraile, donde también disfrutarán de concursos, gymkanas y sorteos, contando con un concierto como colofón de la jornada.