Marcos, Carla, Irene y Jaime están rebuscando por todos los sitios del aula posibles para encontrar las pistas para resolver el enigma que les ha planteado la asociación ALCER. Lo están haciendo en un scape room, pero no en uno normal. Se trata del que están haciendo en la Escuela Municipal de Verano, una de las novedades que se han incorporado este año.
Por esta actividad pasarán los 373 niños que se han matriculado en las escuelas estivales, una cifra similar a la del año pasado. Estarán en este recurso veraniego hasta el 6 de septiembre, día antes de que empiecen las clases, distribuidos en tres centros de la capital: el CEIP Santa Ana, el CEIP Fuente del Oro y el CEIP San Fernando. El Centro de Estudios Ortega y Gasset vuelve a gestionarlas por sexto año, y para ello han contratado a diez monitores, que velarán por cada niño y por que cada actividad se desarrolle sin problemas.
La jornada se asemeja a la del colegio en época lectiva, entrando a la escuela estival a las nueve de la mañana, pero lo que hacen en las aulas nada tiene que ver con el día a día habitual. Así, los primeros minutos de la jornada matutina arrancan con un repaso de las asignaturas, pero luego ya empieza la auténtica diversión con un sinfín de talleres y, como no, excursiones.
Manualidades, almuerzo, piscina o visitar los museos de la capital son las más comunes, a las que este año se han incluido varias novedades para hacer que el verano esté lleno de ocio y diversión.
Así, durante estos días han visitado la fábrica de chocolate de Jábaga, y en próximas fechas asistirán a la hípica en La Melgosa, descubrirán el hábitat natural de muchas especies animales en El Hosquillo, actividades que se han introducido por primera vez este año, tal y como subraya Tania Lafuente, responsable de las escuelas veraniegas.
Pero como aún queda verano por delante, se repetirán las excursiones estrella de otros años, y por lo tanto volverán a sumergirse en la paleontología gracias a una próxima visita al museo regional ubicado en la capital o se hará una semana de Circo gracias a Planeta Movimiento.
“Salir de la rutina con este tipo de excursiones es toda una aventura para ellos”, sostiene el concejal de Educación, Víctor Fernández, dado que “montar en un autobús y pasar toda la mañana en parajes como El Hosquillo puede ser una experiencia nueva para muchos de ellos”.
El CEIP Santa Ana, CEIP San Fernando y CEIP Fuente del Oro acogen este recurso municipal, gestionado por sexto año por el Centro de Estudios Ortega y Gasset
Las actividades no solo las llevan a cabo los monitores de las escuelas veraniegas, puesto que, otro año más, se han sumado diferentes asociaciones para fomentar también la inclusión. Por ejemplo, durante las próximas semanas se han programado actividades para acercar el lenguaje de signos a los más pequeños gracias a la Asociación Cultural de Personas Sordas, o actividades de concienciación de la mano de colectivos como ASPAYM o ALCER entre otros muchos.
Con este último, los más pequeños están aprendiendo este verano, también como novedad, la importancia de la donación de órganos y cómo trabajar en equipo. Todo ello gracias a un ‘scape room’ que, en grupos de cuatro personas, está sirviendo para que en diez minutos los más pequeños agudicen los sentidos para resolver un enigma sobre los trasplantes.
En definitiva, a los niños que están inscritos en la escuela municipal estival les espera un verano de lo más divertido en un recurso de ocio que además está facilitando la conciliación laboral de los padres. La matrícula, que se puede hacer por semanas o quincenas, continuará abierta.