Vecinos y negocios de algunas calles de Villa Román y de la Plaza de la Constitución piden que se dé una solución “de una vez por todas” a los grandes socavones que han aparecido en los últimos meses, provocando en ocasiones situaciones peligrosas para vehículos y peatones.
Es el caso del de la calle Joaquín Turina, donde un gran agujero que aparecía a finales de junio junto al Mercadona ha obligado a cortar el tráfico. Eugenio Moreno, uno de los vecinos de Cristóbal Halffter cuyos bloques se han visto afectados, denuncia la situación a Las Noticias. “Estamos hartos, el socavón es cada vez más grande y cada vez está más cerca de la estructura del edificio y si no lo reparan urgentemente como mínimo se va a filtrar agua”.
Desde su aparición la única medida que había adoptado el Ayuntamiento era colocar unas vallas para señalizarlo. Sin embargo, hace unos 15 días las lluvias agrandaron aún más la cavidad y tuvieron que cortar la zona. “Han venido técnicos de Aguas de Cuenca, le hacen más fotos al hoyo que a la Reina Letizia, pero no hacen nada”, se lamenta este vecino.
La cuestión se puso sobre la mesa en el Pleno del pasado 5 de septiembre a través de un ruego que presentó el Grupo Municipal Ciudadanos instando al equipo de Gobierno a arreglar estas deficiencias.
El concejal de Urbanismo, Julián Huete, respondía que son los propietarios los responsables del socavón y así lo ha determinado un informe del Servicio de Aguas, al tiempo que decía que se ha ordenado actuar pero que el coste del arreglo, estimado en unos 95.000 euros, repercutirá en los residentes.
“No es cuestión de a quién le toca pagarlo, sino de que lo arreglen ya y después se verá a quien le corresponde, pero que hagan algo porque esto va a ir a más y es un peligro”, indica Eugenio Moreno. Ellos también tienen un informe del administrador de la finca en el que el responsable, por contra, sería el Consistorio.
Por otra parte, trabajadores de Mercadona han confirmado a este medio que las quejas de los clientes son constantes “y claro que lo hemos notado”. Otros negocios, como una peluquería o una carnicería, dicen que el mayor trastorno es que hay menos aparcamiento para los clientes.
En la Plaza de la Constitución también llevan desde el 7 de junio esperando que el Ayuntamiento actúe. Ese día, Elena Núñez, propietaria del centro de manualidades ‘Decachitos’ escuchó el grito de una mujer en la misma puerta de su tienda. “El suelo se había hundido mientras paseaba esta señora y tuvimos que sacarla”, asegura.
La acera ya llevaba en mal estado más de un año. De hecho, dice que ya ha tenido que ayudar a tres o cuatro personas.
“Mi socia y yo hemos llamado decenas de veces al Ayuntamiento y hemos hecho reclamaciones por escrito desde entonces. La respuesta es que están estudiando la manera de arreglarlo”, explica. En este caso, Huete responsabilizaba en el Pleno a las obras de canalización del gas.
Mientras esperan “el milagro de Lourdes”, como ella misma lo define, los negocios se resienten. “Para el comercio local esto es un desastre, nos está haciendo daño, igual que los contenedores que tapan los escaparates. Vamos, que estamos felices y encantados”, dice con ironía.
Por eso, no descartan unir fuerzas para conseguir que esto termine. “No lo hemos hecho hasta ahora porque esperábamos que respondieran como debe hacerlo un Ayuntamiento, pero quizá es el momento de plantear alguna acción conjunta”, concluye.