Vecinos y hosteleros de Casco Antiguo valoran los autobuses lanzadera entre la plaza de la Constitución y el Casco puestos en marcha, a petición del Ayuntamiento, por la empresa concesionaria del servicio de transporte urbano de Cuenca durante el pasado puente de la Constitución, un servicio que fue utiliizad por un total de 3.844 personas.
En concreto, en la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Cuenca consideran que esta iniciativa logró “frenar” el tráfico, abusivo los fines de semana en esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad, a la que según comprobaron “subieron muchos menos coches” de lo habitual, evitándose molestos atascos en zonas como la estrecha calle San Pedro.
“El tráfico se redujo y hubo muchísima gente, tanto conquenses como turistas, muchos de los cuales utilizaron los autobuses y pudieron disfrutar mucho más de la calle”, sostiene el presidente de la asociación, Gerardo Rubio, que destaca el hecho de que hubiera un autobús tras otro. “No pasaba nada si la gente se encontraba con el vehículo lleno, porque enseguida venía el siguiente”.
Que los autobuses volvieran a circular por la noche, hasta la una de la madrugada frente a las habituales diez de la noche, es otro de los hechos que destacan los vecinos del Casco.
Así que en la asociación confían en que esta iniciativa no se quede en una mera anécdota y vuelva a programarse más fines de semana, sobre todo en fechas como las que se avecinan, de Navidad, por mucho que el contrato actual entre Ayuntamiento y empresa esté económicamente muy limitado y no expire hasta 2021.
Entre las únicas pegas, consideran que se debería controlar con policías el acceso en coche de vehículos en el acceso por la Puerta de Valencia como se hizo en el Puente de la Trinidad, pues al no haber agentes ocurrió que en determinados momentos se formaron largas colas de coches a la altura de san Felipe Neri, donde se estableció otro punto de control, lo que ralentizó el paso de algunos autobuses.
También, reconocen que para los vecinos del Casco es “un transtorno” tener que hacer trasbordo tanto para llegar al Casco como para salir de él rumbo a otras partes de la ciudad salvo Carretería, pero consideran que se trata de “un pequeño inconveniente al que será cuestión de acostumbrarse”. Aunque también creen que, en vez de lanzaderas, podría ser suficiente con que los fines de semana los dos autobuses que comunican la parte baja de la ciudad con el Casco mantuvieran su horario de entre semana, de modo que hubiera dos vehículos por línea a la hora en vez de uno solo, ya que con ello se garantizaría una frecuencia de un autobús cada quince minutos.
Asimismo, entienden que se debería dar una solución a aquellos conquenses con segunda residencia en el Casco que no tienen acceso a una acreditación de residentes para poder acceder en coche y aparcar cerca de su casa de fin de semana.
Con todo, en esta asociación entienden que lo importante es que los conquenses “cambiemos el sistema de movernos por la ciudad y lo hagamos más en autobús que en coche”.
HOSTELEROS
Hosteleros del Casco Antiguo consultados por Las Noticias también se muestran muy satisfechos con esta primera prueba de servicios lanzadera. “El futuro de la plaza para por el transporte público”, señala Antonio Rentero, del Vaya-Vaya.
Este empresario destaca la parada de donde partían los autobuses, la plaza de la Constitución. “Es perfecta. Siempre la habíamos pedido y nunca habían partido desde allí, lo que restaba eficacia a los autobuses, porque los ha habido que daban la vuelta a Cuenca”.
Confía, eso sí, en que vuelvan a ponerse en marcha en nuevos fines de semana y que se intente mantener un servicio de estas características durante todo el año. “Todos los servicios tienen un coste, pero estos autobuses son necesarios. Para que funcione, tampoco vale con que se preste quince días, sino que tiene que tener una continuidad, de al menos un año, y después hacer balance”.
