La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo demanda al Ayuntamiento de Cuenca la instalación de fibra óptica en las calles de este espacio declarado Patrimonio de la Humanidad con el fin de favorecer el acceso de los hogares y de las empresas a internet de alta velocidad.
Según la información de que disponen los vecinos, en torno al 80 por ciento de los hogares del Casco Antiguo carecen de fibra óptica, y acceden a internet por WIFI o ADSL. Aunque advierten de que la capacidad del ADSL alcanza los ocho Megabits (Mb) en la zona de Andrés de Cabrera, San Juan y Alfonso VIII, pero, como mucho, llega hasta los tres-cinco Mb a partir de la Plaza Mayor.
Así, aunque a algunos vecinos la potencia de que disponen les resulta suficiente para sus necesidades, otros consideran que esto es un atraso tanto para ellos como para los empresarios de la zona y los visitantes. “El acceso a internet de que disponemos la mayoría va muy lento, con muy pocos ‘megas’, lo que hace que cualquier conexión tarde mucho y resulta desesperante”, denuncia el presidente de los vecinos, Gerardo Rubio.
Entre los inmuebles que sí dispondrían de fibra óptica estarían el ayuntaiento y el colegio del Carmen, este último desde finales del pasado curso. También llegaría a vecinos de la zona de la Puerta de San Juan, Santa Lucía y Matadero Viejo, esta última gracias a unas obras de renovación del pavimento realizadas por el Consorcio de la Ciudad que, no obstante, advierten de que ni siquiera abarcan a toda la calle Santa Catalina.
Los vecinos entienden que la instalación tanto de fibra óptica como de gas natural podría contribuir a repoblar un Casco Antiguo que, según advierten, sigue perdiendo población y está, además, muy envejecido. No en vano, en las últimas cuatro décadas se habría pasado de alcanzar los 5.000 vecinos a rondar, en la actualidad, los 1.500.
Durante la pasada legislatura, el grupo de Ciudadanos, ahora representado por Cristina Elena Fuentes, insistó en reiteradas ocasiones al equipo de Gobierno a que iniciara los “contactos pertinentes con empresas del sector energético y de telecomunicaciones para llevar el gas natural y la fibra óptica a todo el Casco”, sin que sin embargo trascendiera ningún acuerdo en esta dirección.
Si no se toman medidas, los vecinos no descartan emprender una recogida de firmas “o hacer algo porque no podemos estar aquí. Prácticamente nadie tiene fibra óptica y tampoco nos hacen caso”, insiste Rubio.
Contacto con empresas
En el Consorcio Ciudad de Cuenca, organismo que lleva a cabo la gran mayoría de las obras que se desarrollan en el Casco Antiguo, explican que, siempre que van a acometer una nueva obra, como recientemente ocurrió en Matadero Viejo y próximamente se llevará a cabo en Severo Catalina, se ponen en contacto con las compañías, principalmente ONO, Gas Natural y Telefónica, para ver si están interesadas en instalar cableado, gas o fibra óptica, unos trabajos que correrían por cuenta de estas empresas. Pero señalan que no siempre las compañías están interesadas en llevar a cabo esta labor: depende de los posibles clientes que prevean tener. En ocasiones, por la baja población, han rehusado acometerlos.
Eso sí, el Consorcio, en sus obras, siempre se encarga de instalar las redes de luz y agua y de dejar una zanja lo suficientemente espaciosa para que, en un futuro, se puedan introducir nuevos servicios sin tener que levantar la calle.
El ejemplo de Toledo
Cuenca tiene un buen ejemplo al que mirar si quiere que la fibra óptica llegue a su zona más antigua: Toledo. A primeros de este año, su alcaldesa, Milagros Tolón, firmó un convenio con Telefónica para, gracias a una inversión de unos 6,5 millones de euros que correría a cargo de la empresa, hacer llegar esta infraestructura en el Casco Antiguo y diversas zonas residenciales de la ciudad. Unos trabajos que según Tolón no son sencillos dada la “configuración medieval” del Casco pero que se iban a realizar “minimizando el impacto visual y respetando el valor patrimonial de los edificios” y de los que se prevé que puedan beneficiarse 3.600 hogares del Casco Histórico y unas 900 empresas. Con ellos, la banda ancha habrá llegado al 95 por ciento de la población toledana.
Toledo será, aseguran, la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad en acometer un proyecto de estas características, “y nos va a convertir en referencia para otras ciudades históricas”.
