El pleno celebrado el jueves en el Ayuntamiento se cerró con la intervención de varios vecinos del Casco Antiguo, que mostraron su preocupación por el sistema de lectura de matrículas para controlar el acceso a esta zona de la ciudad puesto en marcha desde el pasado viernes a modo de pruebas.
Entre otros asuntos, los vecinos mostraron su preocupación por el aumento de empadronados en el Casco por parte de personas que tienen en esta zona su segunda residencia pero hasta ahora estaban empadronados en la primera con el fin de tener acceso a una acreditación para aparcar.
Esto ha llevado a que el número de solicitudes para aparcar, cerca de 600, sea muy superior al de plazas existentes, poco más de 200. Cifras que preocupan mucho a los vecinos, que insisten en pedir al Ayuntamiento que les de una solución, por ejemplo ampliando el número de plazas para residentes disponibles en los parking de Mangana y San Pedro.
También, hubo una vecina de San Martín que se quejó de que las plazas de esta zona de la ciudad no se hubieran pintado de verde.
Los vecinos insisten en que no están totalmente en contra del control del tráfico, pero sí piden que este sea más flexible, por ejemplo con los vecinos del barrio del Castillo, que están fuera de la zona de control, y con sus familiares.
Además, temen que el Casco siga llenándose de coches los fines de semana y que todos los vehículos asciendan hasta el barrio del Castillo, la única zona del Casco con aparcamiento gratuito.