Tráfico Casco Antiguo
Críticas de vecinos y hosteleros al nuevo sistema de control del tráfico en el Casco
El pasado 1 de julio se puso en marcha la nueva ordenación del tráfico en el Casco Antiguo. Una iniciativa que según el concejal de policía, bomberos y movilidad, Carlos Navarro, tiene como objetivo “garantizar la ordenación del tráfico y el aparcamiento". Sin embargo, después de un periodo de prueba de un mes, las observaciones por varios de los transeúntes, vecinos y hosteleros de la zona siguen en desacuerdo con la implantación de la norma.
Pilar Suárez, secretaria de la asociación de vecinos del Casco Antiguo, admite que tras este periodo de prueba y los primeros días de su puesta en marcha, la situación “no ha cambiado nada, siguen subiendo y bajando coches continuamente".
Los datos ofrecidos por el Ayuntamiento de movimientos en el mes de prueba (2.700 desplazamientos diaros por la zona controlada y 3.200 durante los fines de semana) son considerables, "no sabemos si ahora que empiezan a multar las cámaras, se reducirá”.
Con respecto al aparcamiento, Pilar añade que “hay zonas como San Martín o la Plaza de Ronda donde se han eliminado los aparcamientos, esto provoca que muchos vecinos tengan que subir al Castillo para estacionar porque los aparcamientos públicos tampoco dan plazas para los residentes y, además, si tanto residentes que no tienen plaza como el resto de conquenses aparcan allí, tienen que atravesar el Casco, con lo cual no se reduce el tráfico”.
Otra de las denuncias es que la campaña de información ha sido insuficiente. “Se lanzó la información por internet, pero hay vecinos que no tienen acceso. Del 1 al 10 de junio se pusieron avisos, pero a partir del 11 de junio se empezó a multar. Entonces, residentes que aún no tenían la acreditación o que la tenían pero aparcaron fuera de la zona verde por no tener espacio, fueron multados”, dice.
La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Cuenca ha convocado una asamblea informativa para este jueves, 12 de julio, a las 20 horas, en la biblioteca del colegio 'El Carmen' en la que abordarán las incidencias y problemas surgidos con la puesta en funcionamiento.
Desde el Consistorio apuntan que el número de tarjetas emitidas de residente es de 329 mientras que las autorizaciones de tránsito alcanzan las 963. Para varios vecinos la implantación de los lectores de matrículas en las entradas al Casco y la limitación de discurrir por la zona a sólo treinta minutos ha conllevado un aumento de la velocidad con la que circulan ciertos vehículos. “Ahora la gente entra y sale a toda prisa del recorrido porque no quieren ser sancionados”.
“La situación apenas ha cambiado, siguen subiendo y bajando coches de forma continua"EL COCHE DE LA ORA MULTA SIN EXCEPCIÓN
Desde la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo nos cuentan la situación que tienen algunos residentes cuando paran en la zona controlada por situaciones puntuales: “Si tienes que hacer una parada y ves a un controlador, le avisas de que vas a estar un minuto y es una situación entendible, por recoger un familiar, descargar la compra o cualquier otra situación cotidiana que no conlleve parar el coche más de un par de minutos. Pero si el coche de la ORA ve tu vehículo estacionado, da igual que sólo esté un minuto por que tengas que hacer algo rápido, te va a multar. La máquina ni conoce, ni reconoce".
De la misma forma, destacan que hay muchas zonas donde uno no puede acceder con el coche como el barrio de San Miguel. Estos vecinos, dicen, si quieren descargar su compra tienen que hacerlo parando en la Plaza Mayor y se encuentran con este problema. "Son aspectos diarios que pensamos que no se han contemplado en el sistema. Es por lo que pensamos que la implantación de este sistema se está llevando a cabo con un consenso insuficiente”, señala Pilar Suárez desde la Asociación de Vecinos.
Ante esta circunstancia, los vecinos piden mediante una petición de Change.org que se paralice el sistema hasta que se demuestren que hay suficientes alternativas para residentes, visitantes y transporte público que garanticen su buen funcionamiento en el Casco Antiguo.
Los hosteleros piden más transporte público
La Hostelería es otra de las partes implicadas en la viabilidad del tráfico y viandantes en el Casco Antiguo. El presidente de los Hosteleros del Casco, Cristian Sánchez, coincide con los vecinos con respecto al balance del mes de prueba del sistema: “No ha habido cambios en cuanto al tráfico. Los vehículos siguen pasando porque es la única alternativa que tiene el residente y el visitante”.
Un factor al que se le suma “el nerviosismo” por el límite de tiempo. “Con la limitación, se observa esa ansiedad por el tiempo, y si no hay un tráfico fluido ves algún acelerón demás”.
Desde la agrupación hostelera vuelven a señalar que no creen en la iniciativa: “Cuenca y el Casco Antiguo en concreto necesita otras vías, esta no es la fórmula. Necesitamos más transporte público y una mayor accesibilidad para educar al vecino, al conquense y al turista de que el coche no es la única alternativa para acceder al Casco. Es una verdadera lástima ver como un turista tiene que estar esperando una hora para coger el autobús, este no es el camino”.
Cristian nos cuenta que desde los establecimientos han educado a los clientes y visitantes con iniciativas como la de los descuentos de aparcamiento, algo que no se hace desde las administraciones.
Otra de las demandas que los hosteleros piden que se atienda con el nuevo sistema es la situación de los conquenses que realizan su trabajo en el Casco Antiguo pero residen fuera de él.
“Al no tener plaza, tenemos que aparcar en el Castillo. A ello hay que sumar los vecinos que se quedan fuera más los turistas y eso no ayuda. El Casco Antiguo es una zona que gusta, que necesita inversión y acuerdo de todas las partes. Si ponemos en marcha este tipo de medidas que no consiguen eliminar el tráfico y que además plantean quebraderos de cabeza, cada vez tendrá menos vida”.
El sector hostelero pide propuestas más efectivas para evitar la despoblación de la parte antigua de la ciudad. “Queremos ver un Casco Antiguo lleno de turistas, con comercios y zonas accesibles y vacío de coches.
Una situación que desde el sector hostelero defienden que sería beneficioso para comerciantes, vecinos, administración, etc. Preguntado por si volverán a reunirse con el Ayuntamiento, Cristian Sánchez nos señala que “ellos ya saben de sobra lo que queremos. Pedimos reuniones pero nos son denegadas, hacemos alegaciones pero no tienen efecto alguno".