Un vecino de la urbanización Ars Natura, en la que residía Sergio Morate y que responde a las iniciales E.S., ha situado a Marina Okarynska y una amiga de esta, Laura del Hoyo, cerca del garaje de dicha urbanización, en la calle de la Ciencia, sobre las cinco y media del día 6 de agosto.
Tras precisar que él había quedado sobre esa hora con un amigo para arreglar un coche, ha agregado que Marina “estaba sentada con otra chica, que estaba conduciendo un coche pequeño y gris”, ha dicho, aclarando que la exnovia de Morate estaba “hablando por teléfono, en voz alta, básicamente, estaba discutiendo, pero no sé de qué hablaba”.
“Entré por el garaje y ellas se quedaron en el coche”, ha precisado, aclarando que no vio “que entraran, ni bajaran del coche o entraran a la casa de Morate” y que tampoco “escuchó voces”.
“Marina estuvo todo el rato dentro del vehículo y hablando por teléfono”, circunstancia que comunicó de forma voluntaria el 8 de agosto en Comisaría después de que dos policías fuesen a su casa a solicitar su comparecencia “porque sabían que tenía esa información”.
Por su parte, G.S. ha declarado que el 4 de agosto, dos días antes de los asesinatos, el acusado acudió a su tienda para comprar fertilizante “para que creciese la hierba”. “Quería el más potente que tuviera”, ha añadido, subrayando que lo notó “más nervioso de lo habitual para lo que era él, se movía más, iba de un lado a otro, no era como él era antes”.
Asimismo, ha manifestado que Morate le comunicó que en su finca había “un rincón pequeño donde no crecía la hierba y quería alguna tierra o compost para que saliera la hierba rápidamente”.