Un vallado ilegal, del que los técnicos tuvieron constancia en marzo de este año, estaría detrás del retraso de la apertura de la planta de biomasa adjudicada por el Ayuntamiento en enero de 2015 a la empresa Aprovechamientos Energéticos del Campo (de nombre comercial SunWood), que según los primeros plazos tendría que haber estado lista en el otoño de 2016 y que una ampliación de los terrenos pospuso hasta comienzos de este otoño.
Según detalló durante el pleno del miércoles el concejal de Urbanismo, Julián Huete, la empresa cuenta con licencia de instalación “desde hace mucho tiempo” pero al detectar el citado vallado se abrió un proceso para legalizarlo que la empresa ha atendido “cumpliendo los trámites cuando ha podido”, y ahora está a la espera de los informes favorables del servicio de Medio Ambiente del Gobierno regional y de Patrimonio, paso indispensable para que pueda obtener la licencia definitiva.
Esta planta de biomasa, que se ubicará en las inmediaciones de la Fábrica Municipal de Maderas, en unos terrenos en parte municipales y en parte privados, pretende generar energía limpia y crear de inicio entre ocho y doce puestos de trabajo directos, a los que podrían añadirse varios indirectos, principalmente en empresas que recojan y transporten madera y que instalen y mantengan calderas de biomasa durante un mínimo de veinte años.
Solo en su construcción está previsto que se inviertan en torno a 4,5 millones de euros, a lo que después la empresa deberá añadir otros 10 millones de euros durante los veinte años de la adjudicación, pues entre otras cosas cada año tiene que pagar un canon al Ayuntamiento por el alquiler del suelo y comprar un mínimo de 14.000 toneladas de subproductos de madera (maderas de árboles enfermos, serrín, astillas, cortezas) procedentes de la fábrica municipal con los que fabricar el pellet que después la propia compañía se encargaría de comercializar.