Las obras de apertura del ojo del puente de la Trinidad de la capital conquense, con las que se busca conectar los paseos del Huécar y del Júcar para el paso peatonal, podrían comenzar en el mes de abril, si todo discurre según lo previsto. Al menos así lo espera el concejal de Patrimonio Histórico, Miguel Ángel Valero, quien, a preguntas de los periodistas, ha indicado este martes que confía en que el Consorcio de la Ciudad de Cuenca, al que se le encargó esta actuación, disponga del proyecto ya redactado en el mes de febrero, por lo que la ejecución de las obras podría comenzar un mes y medio o dos después, siempre contemplando que la licitación se tramite por procedimiento normal.
En este sentido, ha aclarado que los fondos para esta intervención ya están reservados y dispuestos para su utilización, al tiempo que prevé que el periodo de ejecución de estas obras oscile entre los cuatro y cinco meses. Una actuación ésta con la que se da respuesta a una antigua “demanda social” y que consistirá básicamente en la reapertura de un vano de 2,5 metros de ancho por otros 2,5 de alto en el puente de la Trinidad conectando el parque del Huécar con el entorno de la desembocadura de este afluente en el Júcar y con el paseo hacia el Recreo Peral.
Una vez abierto dicho vano, los trabajos se centrarán, tal y como ha detallado el edil, en su adecuación, de tal manera que sea totalmente accesible desde ambos lados del puente. Para ello se prevé la construcción de dos rampas, una en cada sentido, con ciertas características, como ser transparentes en algunas zonas, que permitan integrar los restos arqueológicos del arco del siglo XVI hallado en la parte inferior del puente y correspondiente a la infraestructura original y, en consecuencia, pueda ser disfrutado por el viandante al tiempo que se garantiza su protección.
