La Universidad de Castilla-La Mancha fue pionera en la formación para la prevención y el tratamiento de la violencia de género. Y ya lleva quince ediciones a sus espaldas enseñando sobre esta materia: las siete primeras con el título de especialista y las ocho últimas ya con un máster específico en este ámbito, del cual ya se ha abierto la convocatoria de la novena edición para el curso próximo y cuyo plazo de inscripción estará abierto hasta el 30 de octubre.
María Ángeles Zurilla, vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria, dirige este máster que es online aunque se organiza desde la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca. La responsable explica que el título de especialista comenzó en 2004, coincidiendo con la publicación de la ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género.
“Aquella problemática ya se estaba visibilizando en aquel momento cada vez más”, recuerda. “Fuimos pioneros. Como título de especialista, fue el primero que se hizo en España. De hecho, el máster empezó en noviembre y la ley es de diciembre”, recalca.
En este curso pasado contaron con 25 alumnos aunque en los primeros años había entre 60 y 90 estudiantes. Ahora la cifra ha bajado porque ya hay más másteres sobre esta materia por el país, considera. “Pero ir manteniendo un número de alumnos aceptable tras 15 ediciones está muy bien”, celebra.
Este curso se ofertan 30 plazas para este máster, que se desarrollará desde noviembre de 2020 hasta julio de 2021.
“Como es un problema que por desgracia no cesa y ante el éxito que tuvimos y la demanda de que la categoría académica fuera mayor, decidimos reconvertirlo en máster”, indica.
VISIBILIZAR LA REALIDAD
El objetivo, según cuenta Zurilla, fue visibilizar esta dura realidad, “con el convencimiento de que para solucionar ese terrible problema lo esencial es la formación y la educación”.
Comenzó siendo un título presencial de especialista pero había mucha demanda de gente de otras comunidades e incluso del extranjero por lo que el máster pasó a ser online. Pero aunque es a distancia, la formación es interactiva y hay foros de debate al hilo de noticias que van surgiendo sobre esta materia. “Se suscitan debates interesantes”, dice. Además, los alumnos también realizan prácticas en, por ejemplo, centros de la mujer.
Zurilla detalla que también se celebra alguna sesión presencial y se graba al profesor invitado, en Cuenca o incluso desde su punto de origen si no puede venir, y luego se sube a internet para que el alumnado siga la clase. Este año pasado vino Domingo Bello, catedrático de la Universidad de La Coruña.
“Los ponentes son profesionales de primera línea, especialistas en sus ámbitos. Tenemos médicos forenses, jueces, abogados, psicólogos, profesores de universidad -no solo de la nuestra-, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... Es muy completo”, asegura Zurilla.
El máster consta de siete módulos centrados en: psicosociología de la violencia contra la mujer, el derecho como instrumento frente a esta problemática, tutela institucional, motivación emprendedora y un módulo específico para titulados especialistas en prevención de la violencia de género, además de otros dos que abordan la violencia contra menores y contra ancianos.
Trabajadores sociales, educadores sociales, psicólogos, enfermeros y profesionales del Derecho son los alumnos más frecuentes del máster. Hay más mujeres que hombres aunque en los últimos años se ha incrementado el número de varones.
La responsable asegura que los alumnos están “contentos” con la formación y que esta les ha servido en muchos casos para su profesión, detallando que, por ejemplo, a los que trabajan en centros de salud, les ayuda en su quehacer diario, y a los estudiantes, les vale para su promoción.
También asegura que, a algunos estudiantes de Derecho, les ha abierto las puertas de algún bufete y ha ayudado a ascender a personal de la Policía.
Para Zurilla, el reto es seguir avanzando y estar pendientes de las novedades sobre esta materia para estar siempre al día. “Creemos que la universidad tiene una función social importante en un problema tan terrible y la clave está en la formación desde la cuna”, apunta.
Y en unos tiempos en los que esta problemática se cuestiona desde algunas formaciones políticas, la directora del máster es rotunda: “La violencia de género existe. Es incuestionable. Hay mujeres que siguen muriendo por el simple hecho de ser mujeres”.