De momento no se han dado plazos, pero la apertura del túnel subterráneo de la calle Calderón de la Barca y la reapertura del de Alfonso VIII tendrán que esperar, probablemente ya hasta la próxima legislatura.
Es lo que se desprende de la información ofrecida al respecto por la concejal de Turismo, Marta Segarra, durante el pleno municipal celebrado esta semana.
Los desprendimientos registrados, de los que ya se informó en Las Noticias, son de especial importancia, en el caso del de Alfonso VIII “generalizados”, aunque sobre todo “evidentes a la entrada”, lo que según los técnicos hacía obligatorio “prohibir el acceso hasta que no se tomen las medidas de seguridad oportunas”.
Y el de Calderón de la Barca es muy similar, con riesgo de desprendimiento también de especial importancia “si no se pone una tela metálica en determinadas zonas”, a lo que hay que sumar “un nivel de saturación de humedad excesivo que requeriría de una intervención en la entrada, con perforación para que pueda haber movimiento de aire”.
La obra del túnel de Alfonso VIII fue sufragada con fondos europeos, y la segunda con dinero, en torno a 40.000 euros, del Consorcio Ciudad de Cuenca, pero ambas están ya en manos del ayuntamiento, que es a quien según el equipo municipal corresponde financiar los proyectos.
Según Segarra, se han mantenido ya conversaciones con la arquitecta que elaboró el proyecto del túnel de Calderón “para ver qué medidas se pueden ejecutar”, pero serán necesarios sendos proyectos antes de una reforma que, asimismo, requeriría de la búsqueda de financiación en un momento en el que las arcas municipales siguen en estado crítico.
Pese a ello, la concejal de Turismo asegura que el objetivo es que los proyectos y la reparación de los túneles se lleven a cabo “lo antes posible” para poder retomar esta iniciativa de gran atractivo turístico conocida como “Cuenca subterránea”.