El TSJCM desestima el recurso de apelación y confirma la pena de 40 años a Sergio Morate

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha ha desestimado el recurso de apelación presentado por la defensa de Sergio Morate para intentar reducir a 30 años el límite máximo de cumplimiento de la pena a la que fue condenado por el doble asesinato de su exnovia, Marina Okarinska, y una amiga de esta, Laura del Hoyo, el 6 de agosto de 2015.

Así lo ha dado a conocer la familia de Laura del Hoyo, que en un comunicado aplaude este nuevo revés judicial para el asesino de las jóvenes. El Alto Tribunal confirma la pena de 40 años de cárcel, el máximo permitido por la Ley, de los 48 a los que fue condenado por la Audiencia Provincial de Cuenca (25 por el asesinato de su exnovia, con el agravante de parentesco y género, y 23 por el de Laura).

"Las familias de las víctimas agradecemos, nuevamente, esta sentencia al tiempo que reiteramos nuestras razones para creer en la justicia y en la imparcialidad de magistrados, jueces y fiscales en la aplicación de la misma, tras este nuevo revés para las pretensiones del asesino y su letrado ante la reiteración de recursos de apelación presentados, desde que se inició el procedimiento, y la prevalencia de la Ley en el Estado de Derecho"

En el comunicado, la madre de Laura del Hoyo, María Chamón, insiste en que las familias estarán vigilantes para que las penas impuestas con sentencias firmes, con las prohibiciones, las costas judiciales e indemnizaciones se cumplan en su totalidad "a la vez, que, entendemos, que no debe obtener ningún beneficio penitenciario éste asesino hasta el total cumplimiento de las mismas".

Chamón reitera que Sergio Morate Garcés debe saldar su delito con la cárcel y el cumplimiento íntegro de la pena impuesta "ya que, este, es el único consuelo que tenemos los familiares de las víctimas por las muertes de Laura y Marina porque, el dolor, la pena, la angustia y sus pérdidas las llevamos nosotros como cadena perpetua desde el día de sus brutales asesinatos".

"Este monstruo ha deshonrado a la ciudad de Cuenca con su doble asesinato y,a nosotros, padres y hermanas, nos ha quitado lo más valioso y sagrado: la vida de lo que era carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre sin mostrar arrepentimiento ni dolor", concluye María Chamón.