Hay ocasiones en las que uno no es consciente de todo el trabajo que hay detrás de un congreso de la talla de Culinaria 2023: un gran despliegue en el Auditorio de Cuenca con una gran pantalla donde se ven todo tipo de vídeos y proyecciones con vídeo en directo de los platos que se están haciendo en el showcooking.
Pero para que todo esto funcione, hay un gran equipo humano detrás del escenario: trabajan desde primera hora de este lunes para coordinar un juego de luz, sonido e imagen sin el que Culinaria no sería lo mismo.
Cuatro cámaras y una gran pantalla es lo más visible de un equipo que lo componen una decena de persona que, entre bambalinas, se encargan de que el engranaje para que cada asistente disfrute de la conferencia con una buena acústica o viendo cómo se cocina cada elaboración a través de la señal en directo retransmitida en la gran pantalla del fondo.
La señal de las cuatro cámaras y los micrófonos llegan hasta un pequeño rincón en la parte trasera donde, como si todo fuera un plató de televisión, se realiza para poder ofrecerla a todos los asistentes de la quinta edición del congreso Culinaria.
Al mismo tiempo, desde la parte trasera del patio de butacas otro equipo está pendiente de que toda la iluminación tanto del teatro como del escenario esté funcionando de la mejor manera posible.
A toda esa parte técnica se suma el buen hacer de los alumnos de Gestión de Alojamientos Turísticos del Centro Integrado de Formación Profesional Nº1 de Cuenca, que, haciendo las labores de staff, están pendientes de que cada puerta del auditorio esté cerrada, cada ponente disponga de aquellos que les sea necesario, que cada asistente pueda colgar su abrigo en el guardarropa del Auditorio y todo esté en orden.
Todo un engranaje entre técnicos profesionales y alumnos de formación profesional que está logrando en Raíz Culinaria 2023 que tanto los ponentes de talla internacional, así como la excelente gastronomía que hay en Cuenca, Castilla-La Mancha, España y diversos rincones del mundo brillen como se merecen.
