Trabajo en red para evitar desplazamientos de menores conquenses para operaciones

Dejanira, de cinco años, tenía uno cuando le detectaron una hernia en el ombligo. Noa, de Tarancón y con cuatro años, nació con un quiste en el conducto tirogloso. En un principio, ambas iban a ser operadas en el hospital de  Albacete pero el trabajo en red en el ámbito sanitario que se desarrolla en Castilla-La Mancha ha permitido que las pequeñas no hayan tenido que desplazarse hasta allí sino que han sido los profesionales del Servicio de Cirugía Pediátrica del centro hospitalario de la capital albaceteña los que han viajado esta semana hasta Cuenca para llevar a cabo estas dos intervenciones quirúrgicas, además de otras cuatro. 

“La llevan vigilando y haciéndole pruebas desde que nació pero nos dijeron que no podrían operarla hasta que fuese un poco más grande. Hace unos meses nos explicaron que iban a operarla en el hospital de Albacete aunque hace quince días nos llamaron para decirnos que los cirujanos pediátricos iban a venir a Cuenca y que si queríamos que la intervención fuera aquí. Allí hay una lista de espera de un año y medio y por supuesto que aceptamos, más estando yo embarazada”, relata Jessica Puerta, madre de Noa.

Lo mismo ocurrió en el caso de Dejanira, a cuya familia también le habían aconsejado tras el diagnóstico de hernia umbilical que se sometiera a la intervención quirúrgica cuando fuese algo mayor. “Fuimos a Albacete para que la viera el especialista y le dieran cita para la operación pero al poco tiempo nos llamaron para decirnos que si nos importaba que la operaran en Cuenca. Y claro que dijimos que sí porque nos venía mucho mejor que estar viajando con la niña recién operada. Así estamos más tranquilos”, cuenta por su parte su padre, Jesús Castillejo.

En todo caso, la posibilidad de ser operadas en Cuenca era opcional para las familias, que también podían haber decidido que sus hijas fueran intervenidas en el hospital de Albacete, aunque eso habría supuesto por lo general tener que esperar más tiempo.  

Estas dos intervenciones quirúrgicas a pacientes en edad pediátrica en el hospital Virgen de la Luz de Cuenca han sido posibles gracias al trabajo en red que desarrollan los hospitales públicos de la región, en este caso fruto de un acuerdo entre la Gerencia del Área Integrada de Cuenca, la Gerencia de Albacete y el Servicio de Cirugía Pediátrica del Complejo Hospitalario Universitario de la capital albaceteña.

DESDE 2019

El servicio se inició en noviembre de 2019 aunque tuvo que ser suspendido tras la pandemia por Covid-19. El trabajo en red se retomaba de nuevo en junio de 2022 con el objetivo de que los niños conquenses no tengan que desplazarse a otros centros hospitalarios para someterse a una operación. Las sesiones quirúrgicas se programan en función de la demanda asistencial del área sanitaria de Cuenca. 

El procedimiento es el siguiente: tras detectarse en el Servicio de Pediatría de Cuenca un paciente que deba ser intervenido, se deriva a consulta al hospital de Albacete, donde se valorará la operación y se determinará si el caso es urgente o puede esperar más.

Cada una de las veces que los especialistas del Servicio de Cirugía Pediátrica Albacete se trasladan a Cuenca se realizan entre cinco y seis intervenciones al día con la colaboración de los profesionales del área quirúrgica del hospital Virgen de la Luz. 

La idea es llevar a cabo unas cuatro o cinco sesiones al año aunque no siempre es posible porque para programar el quirófano hay que contar con al menos una decena de pacientes infantiles que reúnan una serie de requisitos: que sean mayores de tres años, que tengan que ser sometidos a pequeñas intervenciones de cirugía mayor ambulatoria en las que se prevea que no va a surgir ninguna complicación y a los que se pueda dar de alta en el mismo día, matiza Elisa Cueto Calvo, jefa del Servicio de Pediatría en el hospital de Cuenca.

Las intervenciones quirúrgicas más frecuentes son por hernia inguinal o umbilical, por hidrocele (acumulación de líquido en los testículos), fimosis y quistes de conducto tirogloso o de cola de ceja, entre otras pequeñas operaciones que por lo general no tienen una duración de más de una hora y media. 

“Hay que valorar el riesgo-beneficio de la cirugía en niños muy pequeños. Normalmente es preferible esperar unos años para que todo sea más sencillo”, aconseja Cueto Calvo. 

“Los pacientes pediátricos son muy complejos porque de un día para otro pueden tener una infección respiratoria y no se puede programar la intervención con tanto tiempo de antelación como con los adultos. Por eso tenemos que tener una cartera de al menos diez niños”, explica Juan Carlos García Collada, jefe del Servicio de Anestesia y coordinador del Área Quirúrgica en el hospital Virgen de la Luz.

DOBLE BENEFICIO

María Soledad Fernández Córdoba, jefa del Servicio de Cirugía Pediátrica de Albacete, es una de las dos profesionales que se han trasladado esta semana a Cuenca para llevar a cabo seis intervenciones quirúrgicas. Para la responsable, este trabajo en red ayuda a descongestionar las listas de espera. “El número de quirófanos está limitado y no podemos llevar a cabo más actividad. Que dos personas puedan salir fuera para operar y que nuestros compañeros puedan seguir trabajando al mismo tiempo allí es ampliar las posibilidades”, celebra.

Con el objetivo de aligerar las listas de espera de Albacete, desde Cuenca plantean ampliar la cartera de potenciales pacientes pediátricos que se puedan intervenir en el hospital Virgen de la Luz incluyendo también a chavales del área sanitaria de Albacete, avanza García Collada. “Ofrecemos nuestros quirófanos. Si juntáramos a los niños conquenses y albaceteños, podríamos hacer más sesiones al año. La idea es aumentarlas con el nuevo hospital”, señala este profesional, quien precisa que la intención es que se pudiera planificar una jornada de operaciones al mes.

“Las familias de Albacete tendrían que desplazarse hasta Cuenca para la operación pero a cambio no tendrían que esperar tanto”, reflexiona.