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Feria Taurina

Tras la tormenta llegó la lluvia de orejas con triple puerta grande

José Garrido, que firmó una gran faena, cortó tres orejas y dos cada uno El Fandi y Álvaro Lorenzo.—La corrida comenzó una hora más tarde, con algunas protestas, debido al aguacero y al arreglo de la plaza
Fotos: Saúl García
21/08/2018 - CHICUELITO

En los últimos cinco años la lluvia no ha querido faltar en la feria taurina de San Julián, siendo suspendidos tres festejos, y como referente, respecto a la corrida de este martes, tenemos la “corrida monstruo” de 2013 que comenzó cuarenta minutos más tarde debido a un aguacero, teniendo que cubrir el ruedo de serrín. Aquella tarde, a plaza casi llena, torearon Ponce, El Juli, Manzanares y Juan del Álamo, que suplió a Morante. Nadie protestó y se aplaudió a los empleados de la plaza que achicaron el agua, con el empresario a la cabeza. El festejo de ayer, con la lluvia inesperada que dejó grandes charcos en el ruedo, nos recordaba aquella tarde de hace cinco años.

Media hora antes del inicio de la cuarta corrida de feria comenzó a llover con intensidad y el ruedo se iba encharcando; los toreros y la autoridad competente revisaron el estado del piso de la plaza a la hora anunciada y se dijo por megafonía que si en unos minutos dejaba de llover se quitaría el agua y se adecentaría el ruedo, lo que llevaría un tiempo. Los empleados de la plaza, con el empresario Maximino el primero y su hijo, el novillero Marcos, se pusieron manos a la obra para achicar el agua y echar serrín.

A las siete y media se anunció por megafonía que la corrida iba a comenzar, porque los toreros querían torear y el piso estaba más aceptable, pero que si los aficionados no estaban conformes se podría suspender. A las 19,35 tocaron clarines y timbales para iniciar el paseíllo y fue el momento en el que arreciaron protestas, sin tener en cuenta el trabajo realizado y la actitud de los toreros de querer dar el festejo. Caerían algunas gotas durante la lidia del primer toro y después quedó una tarde-noche agradable, pues el festejo concluyó a las diez.

Tras la tormenta llegó la lluvia de orejas con triple puerta grande

Abrió plaza El Fandi, que intentó apagar las protestas recibiendo a “Atleta” con dos largas cambiadas de rodillas y verónicas de remate, además de un vistoso quite tras la intervención del piquero. El granadino, que es un atleta, banderilleó midiendo los terrenos del serrín, logrando tres pares eficaces, pero sin alharacas. Había que cambiar los pitos de los inconformistas por ovaciones, ahí aplicó su oficio y “enfandilar” al personal. La faena muleteril se repitió en tandas sobre ambas manos y adornos, sin mayor relieve, para concluir con adornos, desplante de rodillas casi dando con la chaquetilla en el serrín. La estocada recibiendo fue de rápidos efectos y El Fandi logró la primera oreja de la tarde.

En el cuarto, David Fandila volvió a recibir al burel, en este caso de Román Sorando, con otra larga cambiada de rodillas, y tras el puyazo, un quite con afarolados y la serpentina, mostrando su variado toreo de capa. Repitiendo su guión de la suerte de banderillas, colocó otros tres pares con atlética precisión y hasta pidió un cuarto par que puso al violín, ganándose de nuevo al público ya más entregado. Incluso tuvo el arresto, como director de lidia, de brindar la lidia de “Corsario” a sus compañeros, quizá por el gesto de torear con la meteorología en contra y la música de viento de los tendidos.

Intentó El Fandi ofrecer una buena faena ante sus jóvenes compañeros, pero “Corsario” no entraba con ganas al abordaje de la muleta y el torero granadino, en series cortas sobre ambas manos sacó algún muletazo, para rematar con adornos, molinetes, circulares y el desplante con abaniqueo. No había para mucho más, y como con el estoque estuvo certero, volcándose en la suerte, el público que primero pitaba, y luego aplaudía, llegó a pedir las dos orejas. Paseó la vuelta al ruedo con un apéndice.

Tras la tormenta llegó la lluvia de orejas con triple puerta grande

José Garrido volvía a Cuenca después de triunfar el pasado año y debe venir en la Feria de 2019. El joven torero extremeño supo capear el temporal de las protestas poniendo todo su buen hacer en el ruedo, recibiendo de rodillas y por delantales al segundo de la tarde, “Rebujo”, un toro que ayudaba poco, al que superó Garrido con su buen hacer. Tras dos picotazos de los del castoreño, el diestro extremeño mostró su buen manejo de la muleta, después de brindar al público. Fue una faena inteligente, sobria, frente a un toro que iba a menos y le exprimió lo poco que rompía. Acabó su labor con un desplante de rodillas y una estocada seguida de un aviso. La oreja para el extremeño y algunos aplausos al toro.

El quinto de la tarde, en este caso de Sorando, atendía por “Extremo II” y nada más salir al ruedo impresionó al público, incluso a los que pedían la suspensión. Las verónicas de Garrido fueron un primor. El toro se fue hacia el burladero del “1” y en un santiamén levantó cinco tablas de la barrera, dando trabajo a los carpinteros. Mientras estos martilleaban los tableros, el picador se las veía y deseaba para sujetar la fuerza del encastado “sorando” de bella estampa y comportamiento. (Podíamos decir que puede ser el gran favorito para el premio de los veterinarios).

Tras un quite primoroso, manejando con soltura y creatividad la franela, José Garrido inició su labor muleteril con tandas por la derecha y la izquierda; series de redondos con temple, mando y donosura, con el cambio de mano y la música de “Nerva” de fondo. ¿Cómo podíamos perdernos esta faena y este toro? Sin alharacas, pero con mucha torería y clase, Garrido fue mostrando al público una faena de mucho contenido, que hizo vibrar al respetable. Los circulares, pases de rodillas, un trincherazo de cartel o el pase del desprecio. Todo ello con aplomo y pulcritud, para concluir con unas bernardinas sin el destaquillador. Lo dicho, torero creativo sin salirse de los cánones. La estocada hizo caer al buen toro sin puntilla y Garrido paseó las dos orejas y Extremo II fue aplaudido en el arrastre.

Tras la tormenta llegó la lluvia de orejas con triple puerta grande

El toledano Álvaro Lorenzo fue el tercer triunfador de la tarde, dejando muy buenas sensaciones en su presentación en Cuenca. Igual que sus compañeros supo superar el inicial ambiente enrarecido, recibiendo a “Flamenco” con verónicas suaves y cadenciosas que se hicieron aplaudir. Se fue el “montalvo” directamente al piquero, apretando, pidiendo el matador del cambio para pasarlo a su jurisdicción tras el tercio de banderillas. Brindó Álvaro su faena al público y en su comienzo con la flámula dejó dos trincherazos que hablan de su personalidad como buen lidiador, pues tanto en las tandas de redondos o al natural, evidenció su impronta de torero profundo, aunque su oponente iba a menos, e incluso arrojó el estoque a la arena para seguir porfiando con la flámula. Tras una estocada y el descabello, con aviso incluido, se le premió con una oreja bien ganada.

En el que cerró plaza Álvaro Lorenzo quería seguir la estela de sus compañeros que miraban la puerta grande. Lanceó con gusto a “Fachón” y pronto pidió el cambio tras el tercio de varas, evidenciando sus ganas de éxito. Con la muleta fue componiendo una faena meritoria ante el “montalvo” que iba a menos y frente al que sacó pases citando y porfiando. Exprimió todo lo poco que tenía para embestir este burel al que sometió en circulares y ayudados por alto, pues lo suyo era escarbar la arena compactada con serrín. La espada toledana no falló, con aviso incluido, mandando a “Fachón” al desolladero. Con la oreja ganada dio la vuelta al ruedo bajo los focos del coso conquense.

Al final, la tormenta que dejó agua en el ruedo (y en los campos) dio paso a la lluvia… de orejas que permitió la salida a hombros de los tres jabatos que se “echaron hacia adelante” para dar la corrida y dieron la razón al empresario, que fue uno más en coger sacos de serrín y achicar el ruedo para que se ofreciese la cuarta de feria con los tres espadas a hombros. Ustedes juzguen, pues además se vio por la tele regional.

Tras la tormenta llegó la lluvia de orejas con triple puerta grande

FiCHA

Cuarta corrida de la Feria de San Julián. Martes, 21 de agosto de 2018. Media entrada. Presidió Emiliano García, asesorado por Julián Rodríguez Sorianito y la veterinaria, Natividad Montoya.

David Fandila “El Fandi” (grana y oro), estocada: una oreja. Estocada: oreja y petición de otra.

José Garrido (catafalco y oro), estocada: una oreja. Estocada: dos orejas.

Álvaro Lorenzo (tabaco y oro), estocada y descabello (aviso): una oreja. Estocada (aviso): una oreja.

Ganado: Se lidiaron cuatro toros de Montalvo, de Matilla de los Caños (Salamanca) y dos del hierro jienense de Román Sorando, cuarto y quinto. Bien presentados, pero con juego desigual. Destacó el quinto por su fuerza y bravura. Sacó de cuajo cinco tablas de la barrera del burladero de las cuadrillas. Peso: 539, 548, 511, 514, 483 y 528 kilos.

Incidencias: La corrida comenzó con poco más de una hora de retraso debido a la fuerte lluvia que empezó a caer media hora antes del comienzo. Los toreros y la autoridad, tras pisar el ruedo cubierto en parte de serrín, acordaron que se celebrase el festejo, que se inició con protestas de parte del público. El diestro toledano Álvaro Lorenzo hizo el paseíllo montera en mano por su presentación en Cuenca. La corrida fue ofrecida en directo por CMM, con los comentarios de José Miguel Martín de Blas y del exmatador de toros César Jiménez. Al finalizar el festejo, y tras la salida a hombros de la terna, el torero extremeño José Garrido, acompañado del empresario Maximino Pérez, recibió el Trofeo “Chicuelo II” de manos del alcalde, Ángel Mariscal, como triunfador de la Feria de 2017, junto a la estatua en bronce del torero conquense. Se trata de una obra en cerámica de Tomás Bux.